A la vejez, viruelas

Por Mayriel

Lo digo por mi, no te vayas a creer.

No se si recordaras que hace unos años…. 5 para ser exactos aprendí a montar en bicicleta. No sabia. nunca aprendí de pequeña , asi que decidí aprender de mayor. Supongo que nu nca es tarde y que lo importante son las ganas… Pues eso.

Ahora hago mas deporte , me siento mas fuerte, participo en carreras y lo mejor de todo , estoy aprendiendo a bailar, asi que me vendría estupendamente esa expresión de “A la vejez viruelas”

Se escucha a cada momento, por todas partes , pero ¿de donde viene la expresión?

Se utiliza basicamente para referirse a aquellas cosas que se realizan fuera de la edad pertinente o cuando ya no toca, siempre según la Sociedad porque en realidad podríamos hacer lo que queramos cuando se nos aperezca

La expresión se popularizó a partir del primer cuarto del siglo XIX cuando Manuel Bretón de los Herreros estrenó su primera obra titulada ‘A la vejez, viruelas’ en el Teatro del Príncipe de Madrid ) el 14 de octubre de 1824.

En ella explicaba las historias cruzadas de varios personajes enamorados entre si: por un lado la viuda Doña Francisca, loquita por el joven Enrique, que estaba profundamente enamorado de Joaquinita, hija de Doña Francisca que había sido prometida con el viejo Don Braulio y que también está coladita de amor por Enrique.

Partiendo de esta trama central el autor quería poner de manifiesto la ridiculez que existía en esos amores a destiempo o que se realizaban por conveniencia, siendo evidente el patetismo de ver a personas de edad madura pretendiendo mantener relaciones amorosas con otras mucho más jóvenes que ellas, algo muy común en aquella  época y de la que podríamos obtener tambien la expresión “viejo verde”

Para titular su obra, Bretón de los Herreros utilizó la viruela como ejemplo de enfermedad propia de la infancia, para así señalar que hay cosas que a ciertas edades ya no toca vivirlas, en este caso pasar la viruela en edad adulta o enamorarse como unos adolescentes. Evidentemente hay que entender la época en la que se acuñó la expresión. Es muy posible que dicha locución fuese una frase proverbial ya existente, y utilizada oralmente, y aprovechada por el dramaturgo para titular así su obra.

Sea como sea, que cada uno haga lo que se le apetezca en el momento que se le apetezca siempre que no se moleste al resto. Al fin y al cabo somos los unicos que podemos hacer algo por nosotros mismos

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