El pasado 23 de junio de 2023, fallecía en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, el poeta cubano en el exilio D. Manuel Díaz Martínez. Un maestro para todos nosotros y un buen amigo para los que tuvimos el privilegio de estar cerca de él.
Esta semana se presentó el libro en la
Biblioteca Pública del Estado de Las Palmas de Gran Canaria
«HOMENAJE A MANUEL DÍAZ MARTÍNEZ»
en el que, todos sus amigos le dedicamos unas palabras.
Compilado por Lázaro Armas y presentado por Mercurio Editorial.
MANUEL DÍAZ MARTÍNEZ
Nació en Santa Clara (Cuba) en 1936. Fue un poeta, periodista y diplomático cubano de nacimiento, posteriormente nacionalizado español. Fue miembro correspondiente de la Real Academia Española.
Fue diplomático en Bulgaria, investigador del Instituto de Literatura y Lingüística de la Academia de Ciencias de Cuba, redactor-jefe del suplemento cultural Hoy Domingo (del diario Noticias de Hoy de La Habana) y de La Gaceta de Cuba de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
Fue uno de los firmantes en 1991 de la Declaración de los intelectuales cubanos (más conocida como Carta de los diez), una carta abierta a Fidel Castro de diez escritores cubanos en la que le solicitaban la democratización del régimen.
Dirigió la revista Encuentro de la Cultura Cubana y fue miembro del consejo editorial de la Revista Hispano-Cubana, editadas en Madrid.
Poseía ciudadanía española y desde 1992 residía en Las Palmas de Gran Canaria.
(Fuente: Wikipedia)
MI HOMENAJE
(Publicado en el libro)
¡A las barricadas!, parecía sonar a gritos en el cuadro de Delacroix “La Libertad guiando al pueblo”, cual ejemplo que lleva a los humildes a rebelarse contra las normas establecidas. Mis dedos se deslizan por mi teclado emulando a mis admirados maestros. Tengo muchos, pero que se hayan convertido en mis referentes, pocos o muy pocos. Eso sí, lo que han conseguido dentro de mí es parte de lo que soy. Y si me siento orgulloso es porque han hecho su trabajo bien. Algunos lo han pretendido, gracias. Otros, simplemente, han sido y han dejado su huella en los que caminamos por los senderos que ellos transitaron en el pasado. Su ruta es nuestro sendero, el mapa por el que trazamos el camino con nuestras brújulas personales. Esas que nos confieren la personalidad para imprimir nuestro sello a las obras que intentamos emular.
Mis escritos están cargados de lucha, de pundonor, de poner en duda los órdenes establecidos. En este mundo en el que, a veces, siento que no encajo; no me veo solo. Doy gracias a mis referentes “dudacionales”: Stephen Hawking, Richard Wakefield, Stanley Kubrick, José Saramago. Podría seguir, pero con estos nombres ya veo que me entienden. Y, en ocasiones, me veo como la Libertad, levantando la bandera, como Maestro Manuel la izó en su día, rebelándose contra los órdenes instaurados en su amada Cuba.
En su llamada a las barricadas, siendo persona tan calmada y reflexiva, me veo reflejado en su persona. De mi buen amigo me voy a quedar con una cosa llamativa y, en eso, como les cuento, lo convierte en uno de mis espejos. Me encanta la forma de escuchar y analizar a la gente que habla a su alrededor, dejar que cada cual vierta sus opiniones sin prejuzgar. Y, como maestro, no insistir en conducir ni crear imágenes a su semejanza. Creo que las personas que creen en la realidad personal de los individuos, independientemente de estar de acuerdo con ellos o no, están por encima de la generación que le toca vivir. Don Manuel nunca me dio consejos ni intentó mostrarme “su” camino, pero sí me corrigió un par de veces. La idea no es marcar el camino, pero sí intentar evitar que vayan por un camino incorrecto. Y, como él, llegado el momento, sabré levantar las banderas que haya que levantar por un mundo mejor.
Y desde aquí declaro que firmo la “carta de los diez”. La de Manuel Díaz y nueve más y, como él y muchos; me aferro al estandarte de mi libre pensar, porque he tenido grandes cicerones que me han revelado la fuerza del poder de nuestras palabras.
Luis Alberto Serrano