Sinopsis:
¿Se puede publicitar una novela de zombis como romántica?
Alex Vílchez, autor reconocido de novelas de suspense, lo ha hecho animado por su editora, bajo el seudónimo de Robert Cooper. Es cambiar de tercio o no escribir, porque se encuentra en un bajón creativo. Y para sorpresa de todos, la novela rompe el techo de ventas, posicionándose en el número uno de romántica.
A Lucía, administradora de la web más visitada del género, casi le da un soponcio cuando se entera y lee la novela de zombis. Sube una crítica que hace que el libro baje quince puestos en un solo día, declarándole la guerra. Y Vílchez está dispuesto a presentar batalla, utilizando mil artimañas para fastidiar a la mujer que intenta hundirlo.
Casualidades de la vida, se encuentran en una cita a ciegas.
Lucía y Alex se atraen de inmediato. Pero ¿qué puede pasar cuando ella se entere de que Alex no es otro que su odiado Robert Cooper? ¿Qué hará Vílchez al saber que Lucía es la administradora de la web que le ha fastidiado las ventas y le está dejando en ridículo?
Opinión personal:
Me sorprendí al conocer que Nieves Hidalgo publicaba novela contemporánea, autora a la que siempre relaciono con novela histórica. Quizás por eso me ha sorprendido este nuevo estilo.
Creo que es una autora a tener en cuenta dentro del panorama nacional. Y después de leer esta novela puedo decir que la disfruto más en dicho subgénero y, si me apuráis, cuando emplaza sus novelas en la península.
Lo que más voy a destacar es que es una historia ligera sin mayores complicaciones que ha cumplido con la idea con la que la empecé: entretenimiento y desconexión. Cuenta con unos buenos secundarios que ayudan a crear un buen entorno para la pareja, pero queda lejos de otras de sus novelas que he saboreado mucho más.
El mayor aliciente para mí fue ese guiño al mundo editorial y de la blogosfera en el que muchas lectoras estamos inmersas, porque el protagonista Alex Vílchez es una conocido escritor de novela de suspense que, sumergido en un momento crítico, decide intentar superarlo aceptando la propuesta de su editora para que escriba una novela romántica pero, no una cualquiera, una de zombies. Toma ya! Y no solo a mí me parece una idea espeluznante sino también a la administradora de una webde romántica muy conocida, Lucía.
Alex es un hombre guapo y atractivo que, hasta ahora, ha llevado una vida tranquila y convencional, y justo cuando hay un cambio importante, las musas le abandonan. Con un estatus social por encima de la media, poco más sabemos de él, y ese pasado volverá para enriquecer un poco la novela.
Lucía es una joven que llama la atención de Alex por su belleza, con un cuerpo de infarto del que no es consciente, su vida transcurre entre el trabajo justo para sobrevivir y la administración de la webque es lo que le reporta mayores satisfacciones. La conoceremos a través del grupo de amigos que adornan la novela con sus idas y venidas y sus charlas divertidas.
El mundo de la publicación es la parte que me ha parecido más interesante ya que toca temas siempre están en ebullición en el mundo de la romántica: ¿todo vale a la hora de escribir romántica? ¿la calidad de las publicaciones? ¿la publicación o no de opiniones negativas y su aceptación por parte del autor? Muchos temas que siempre dan que hablar y por los que, admito, siento un interés muy especial. Al mismo tiempo, también reconozco que esperaba que se tratara el tema con un poco más de profundidad ya que al final queda todo muy diluido. Es posible que eso hubiera restado el toque de humor que se respira durante la mayor parte de la publicación, el cual supongo que era el objetivo de Nieves Hidalgo, −proporcionar diversión con comentarios chispeantes y secundarios con chispa.− pero era justo lo que me había llamado la atención para leer la novela.
Dejando de lado estos temas atractivos, la novela no ofrece mayores complicaciones. Nieves Hidalgo no ha buscado un argumento muy complejo y se centra en la tópica trama: se conocen-se atraen y… amor-odio.Mi mayor queja no es la falta de originalidad del argumento sino la rapidez del romance en sí. No es la primera vez que lo comento y, lamentablemente, no será la última. Estos amores-flechazos no son para mí. A mí lo que me gusta es disfrutar del romance, leerlo y saborearlo. Otros temas entre ellos, que mejor no comentar para no spoilear, quedan algo desaprovechados.
No solo nos cuenta la historia de Alex y Lucía, hay otros personajes con casi la misma relevancia, que se mueven alrededor de la pareja, de los que a través de pequeñas escenas, nos metemos en su pequeño mundo paralelo y que le dan vida a la novela.
Pese a lo que mis comentarios puedan parecer, «A las ocho en el Thyssen» es una lectura que resulta entretenida, garantiza una lectura agradable, con momentos divertidos y eso, al fin y al cabo, es lo que buscamos en muchas ocasiones.
Al haber leído siempre en sus novelas un vocabulario diferente, este nuevo estilo − algunas de las frases o comentarios me han sorprendido − me ha pillado un poco descolocada. Pero es algo muy personal. Seguro que si fuera una lectora más de contemporánea, hubiera disfrutado mucho más de esta lectura. Personalmente, me quedo con otras de sus novelas.
Una novela ligera y sencilla, con conversaciones ocurrentes − la vecina cotilla se hace con el premio de honor − y personajes algo tópicos, que aporta momentos jocosos y consigue su propósito.
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Pepa