El último post de 2014, sólo puede ser personal. Todo este blog lo es, aunque nunca se sale de lo que es mi vida: palabras, imágenes, arte y cualquier forma humana de contar historias o transmitir ideas. Excusas. Pero en este, aviso, voy a hablar de mí. Al fin y al cabo, no desconozco a nadie mejor.
Ayer leí esto de mi prima Inma, periodista, y una de las personas que conozco que más aman y miman las palabras:
"Recuerdo mi última lágrima porque ha sido hace un par de horas, leyendo frases que debería haber borrado cuando las recibí. Mis escritos, en cambio, nunca me hacen llorar. Solo suspirar."Cuánta verdad en una frase. Espero que no la borre nunca. Un escritor, y salta a la vista que ella lo es, no borra así como así unas palabras, suyas o ajenas. Si es que no le pertenecen ya ¿o es que no son propias las palabras que alguien te escribe, tanto como las que tú dedicas? Borrar un diálogo, aunque sea en una aplicación del teléfono, es como arrancar páginas del libro de tu vida. Nunca he quemado una carta, las tengo guardadas con su lazo de raso en una caja de latón, y conservo un teléfono gsm que contiene en su memoria el último SMS que recibí de mi hermana. No sé qué hacer con él, quizá reescribirlo en alguna historia para cambiar lágrimas por suspiros. Gracias por la idea, prima.
Escribir es lo que tiene. Al hacerlo, como un conjuro, tomas el control de tu vida, o pierdes el control de tus sentimientos. Lo siento, es mi vida, y así la escribo. Unas veces la cuentas como la quieres recordar, otras te inventas el final que nunca escribirás tú.
De alguna manera, cuando vives en las nubes, necesitas anclarte al mundo, agarrado a una pluma que nunca se separa del todo del papel. O tocar y tocar y tocar el teclado o la pantalla, como quien no se cree lo que está viendo y necesita meter el dedo en la llaga.
Pero no, borrar lo dicho no es una opción. La vida no se borra. Se continúa como los fascículos, o se escriben segundas partes, nunca buenas si son "la del medio" de una trilogía, sobre todo si tiene nombre de mujer. No se enfade nadie con la palabra mujer, soy hombre y es en lo único que tengo experiencia recibiendo frases que con el tiempo debería haber borrado. Si no estás dispuesto a suspirar en el futuro, aguanta ahora la respiración y no escribas lo que no quieras vivir. Te diría que tampoco vivieras lo que no quieras escribir, si supiera cómo se hace. Además, una errata la tiene cualquiera, y tacharla sólo hace que se vea más. A lo hecho, texto.
P.D. 1. Lo malo de las segundas partes, es que siendo de letras, me hago un lío con la cuenta.
P.D. 2. En 2015, comicpublicidad cumple 10 años, y es un hecho que no puedo dejarlo. Gracias.