A lo loco se vive mejor

Publicado el 13 mayo 2014 por Squadraeterna @squadraeterna

Por fin vuelve a los banquillos. Y es que cualquier aficionado al fútbol, a cualquiera que le gusta el balón, le gusta seguir a Marcelo. Bielsa ha encontrado acomodo, un estudioso de la materia, minucioso, milimétrico, su fútbol es una ciencia exacta. Su fútbol son matemáticas. Y quizás esto le haga tan grande y querido, como en alguna ocasión señalado y puesto en entredicho. Próxima parada: Marsella.
La margarita se deshojó, largas reuniones y mucho expectación desde que se empezase a especular con una posible llegada del ex técnico del Athletic al banquillo marsellés. Bielsa intentará que el Olimpique vuelva por sus fueros, que el único equipo francés con una Champions en sus vitrinas regrese al panorama futbolístico actual, donde desde hace unos años prácticamente desapareció. Y este es el principal objetivo de 'nuestro Loco',  hacer de su hoja de ruta un éxito, éxito que ya ha logrado en más de un rincón del Mundo.
El último fue en Bilbao, dos años que no pasaron desapercibidos para nadie, en lo bueno y en lo malo, así es Marcelo. Su último curso con los de San Mamés, el último en la vieja Catedral, estuvo lejos de los objetivos, quizás el listón de la primera campaña en territorio vasco fue alto, o quizás la temporada no comenzaba bien, o la pretemporada. Lo explicamos:


La convulsión y el revuelo vividos durante el inicio del último año de Bielsa no tiene parangón en los últimos años. Con una expectación inusitada, por momentos mayor que la llegada a las dos finales la temporada anterior, revolucionó a toda la parroquia rojiblanca, que vio como la primera semana de pretemporada se convertía en una pesadilla de la que nadie despertaba.
Hagamos un repaso de los hechos que llevaron a dicha situación. Finalizada la campaña, el Athletic renovaba a Marcelo Bielsa accediendo a la única petición de este. Una remodelación de las instalaciones que utilizaba el primer equipo en Lezama, ciudad deportiva de Athletic, que deberían estar terminadas para el inicio de la pretemporada, esto era, el lunes día 2 de julio. El 'loco', como decimos, hombre meticuloso donde los haya, había estado en contacto diario durante sus vacaciones para cerciorarse de que las obras iban por buen camino. No solo eso, había contactado con la federación de atletismo de su país para que le dieran las medidas correctas de la pista que debía construirse. Del mismo modo calculó todas las posibilidades matemáticas existentes (ocho concretamente) para construir el vestuario, gimnasio y campo de entreno, proponiendo la que le consideraba como mejor opción.
Y llegó el inicio de la pretemporada, el ya mencionado segundo día de julio. Y para sorpresa de Bielsa, la obras no solo no estaban terminadas, sino que se estaban realizando de forma errónea. Y la sorpresa inicial se convirtió en un cabreo monumental, que primero lo sufrió Amorrortu, y después y de forma más agresiva, el jefe de obra. Tras el incidente, si bien es cierto que el equipo durante la primera semana solo trabajaría con el preparador físico, Bielsa no apareció por Lezama los siguientes días. Quizás esperando una respuesta o justificación por parte del club a los hecho acaecidos. Quizás preparando su alegato sobre lo ocurrido.
Tras dos días sin noticias, se convocaba una rueda de prensa. Bielsa hablaría. Y de que forma. Durante 70 minutos rajó de todo y de todos. Y lo que es muy importante, justificando cada razonamiento con hechos. Habló de las obras, de como se habían realizado mal en "forma y tiempo" y que sería imposible subsanar el error cometido, acusando a la directiva de no haber defendido los intereses del Athletic frente a una empresa que estaba realizando unas obras que eran "una estafa, un robo y un engaño". Se despachó con el jefe de obra y con la prensa, concretamente con El Correo, a quién acusó de calumniar sobre que él quiso destituir al jefe de los servicios médicos del club. Como suele ser habitual, no rehusó ni una sola cuestión, argumentando cada respuesta eligiendo las palabras adecuadas. Podía tener razón o no, pero desde luego había encendido la mecha.
El viernes día 6 tras la rueda de prensa, se esperaba la respuesta del club. Algunos pedían que Urrutia, poco dado a las declaraciones públicas, saliera a la palestra y hablara. No fue así. Pero sobre el mediodía la web del club colgaba un comunicado al que podemos calificar de bochornoso. Rechazaban todo lo expresado por Marcelo Bielsa el día anterior, afirmando que las obras se estaban cumpliendo según lo pactado y protegiendo a la constructora frente al máximo responsable del primer equipo. Constructora que en la propia web aparece como gran protectora de la Fundación Athletic y que jugó un papel importante en las últimas elecciones a la presidencia.
Desde la Junta Directva y con este comunicado, afirmaban que ellos mismo han condicionado la pretemporada del equipo, poniendo en peligro el curso que se venía, en favor de unos motivos empresariales, ajenos completamente a lo deportivo. El comunicado producía una reunión de urgencía en el Palacio de Ibaigane, sede del club vizcaíno, a donde, según afirman, Bielsa llegaba con la intención de presentar la renuncia a su cargo. Durante cuatro largas horas se prolongaba una conversación en la que tras su finalización nadie hacía declaraciones, dejando todo en el aire y produciendo de nuevo una gran incertidumbre a toda la afición vasca.
Se dice que Bielsa se dio otros quince días, quizás para ver como se desarrollaba el tema y tomar de nuevo una decisión. Lo que esta claro es que en esta brecha, el Athletic perdería el proyecto más ilusionante y con mayor potencial de los últimos 25 años, y el fútbol a uno de los que equipos que encandiló a toda Europa tan solo unos meses antes. Pasó una temporada sin pena ni gloria, San Mamés fue derribado y la emoción e historia del mismo camuflaron un desastre que nunca debió de ocurrir. Bielsa lo tenía todo estudiado y su plan se vio truncado. Otros intereses alejados del juego, y esto, esto si que no interesaba al 'Loco'. Hoy vuelve a tener destino, Francia y Marsella le esperan. El fútbol también.