A lo tonto, a lo tonto...

Por Diana

A lo tonto, a lo tonto, la aculturación está ocupando el lugar de la endoculturación. Sabemos que la interculturalidad se ha dado a lo largo de la Historia. Actualmente quien domina los medios de comunicación transmite rasgos y comportamientos asimilables por la sociedad receptora. Uno de los objetivos de la antropología es observar que formas intangibles y materiales van desapareciendo y cuales las van suplantando en las manifestaciones estéticas, éticas, cívicas, etcétera.
Es necesario por tanto establecer unas premisas objetivas (teniendo en cuenta que no están exentas de ideología) a la hora de priorizar que bienes culturales urge proteger precisamente porque pueden estar en el umbral de la desaparición y sus posibles consecuencias. Pues como dijo Virgilio “si parva licet componere magnis” se debería tener encuenta la comparación de las pequeñas cosas con las grandes. Nuestra pequeña cotidianidad está invadida por elementos transmisores que van ocupando si nosotros lo permitimos o no, una colonización cultural dispuesta a desarmarnos de unos artefactos culturales fraguados en la sabiduría de la experiencia y el sentido común de miles de generaciones. Desde mi punto de vista es altamente peligrosa la pérdida, la desestructuración y el expolio que está llevando acabo la “aldea global” de McLuhan a nuestra cultura.