Se trata de Michel Platini, homónimo del ex jugador francés y hoy presidente de la UEFA, quien en un duelo amistoso entre su entonces equipo, CSKA de Sofía (Bulgaria), contra el Steaua Bucarest de Rumania, se agarró a golpes con los rivales.
Lo curioso es que una semana después, Platini terminó fichando por el Steaua a cambio de medio millón de euros. El jugador incluso tuvo que viajar de incognito ante las posibles represalias que sufriría por parte de sus nuevos compañeros.