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Para que nuestros hijos cuando sean mayores sean felices, sean valientes, sean amables, sean responsables, tengan seguridad en si mismos, sepan tomar decisiones, tengan respeto por ellos, tengan respeto por los demás, sepan dan cariño, sepan recibirlo, ¿esto es lo que nosotros como padres tenemos que hacer?:
- Pegarles, gritarles y tratarles mal.
- Ordenarles continuamente, ellos tienen que obedecer y obedecer sin más.
- Nosotros sus padres tenemos que decirles lo que tienen que hacer, siempre.
- Tenemos que ser superiores a ellos y estar por encima para que obedezcan.
- Ellos no pueden ser iguales a nosotros.
- Tienen que ser inferiores.
- Deben obedecernos siempre. Para todo.
- Tienen que quedarse quietos cuando nosotros lo digamos porque nosotros se lo ordenamos.
- No pueden llorar porque llorar y quejarse está mal, a eso sólo tenemos derecho los adultos.
- Tienen que aguantarse cuando están cansados y no pueden expresarse porque nosotros ya tenemos bastante.
- No pueden tener opinión. La nuestra es la que vale para todo.
- No tienen que aprender lo que es la vida, tienen que aceptarla sin más y punto porque nosotros lo decimos.
- No hace falta explicarles nada, sólo se lo tenemos que ordenar.
- Tienen que ser totalmente responsables de sus actos. Si tiran el vaso con el agua son unos inútiles. Tienen que vestirse solos. Tienen que comer solos. Tienen que hacerlo todo solos porque ya son mayores para todo aunque nadie les haya enseñado. Tienen que entenderlo todo a la primera. Con una vez que se lo digamos vale.
- Cuando estemos hablando con otra persona y quieran decir algo, no se lo podemos permitir. Les tenemos que dar una torta y alejarlos. Para que aprendan a no meterse en una conversación de adultos.
- Nunca, nunca hay que escucharles porque siempre dicen tonterías y cosas de niños que a nadie le importan.
- Todos los niños, son torpes, mentirosos, se portan mal, nunca obedecen, no cuidan sus cosas, no saben hacer nada.
- No les da la gana hacer los deberes porque son unos vagos.
- Como los adultos tenemos problemas muy importantes tenemos derecho a pegarles para que aprendan. Si no se les pega, no aprenden.
- Como la vida es muy dura ellos tienen que aprender a palos.
- Hay que ignorarles continuamente para que nos hagan caso.
- Para que se lave los dientes hay que decirle que es un guarro y amenazarle con que le van a salir gusanos de la boca y nunca más le vamos a querer.
- Para que dejen de pegarse entre hermanos hay que pegarles para que sepan lo que duele.
- Hay que decirles lo inútiles que son cuando no saben hacer su cama para que se espabilen.
- Hay que darles de la basura el bocata que se les ha caído porque son unos torpes.
- Tienen que comerse la cáscara de la mandarina porque si no saben hacerlo es su problema.
Mejor es que pare y lo deje aunque os aseguro que podría seguir. No me he vuelto loca. Lo he escrito porque estoy muy enfadada. Mucho. Lo siento no lo puedo evitar. El otro día en unos comentarios que leí en un periódico digital a raíz de un artículo que hablaba de como no gritar a los niños, leí cosas de este tipo. Se justificaba pegar a los niños porque era la única forma de enseñarles. Lo creían y lo defendían. No se sentían en ningún momento mal con lo que estaban diciendo. No había ningún tipo de arrepentimiento por decir "es que tengo 2 hijos y si no les doy una torta a tiempo o les grito fuerte no van a aprender".No podía creerme lo que estaba leyendo.
Creo que soy demasiado sensible para leer ese tipo de cosas. Desde luego que entiendo que como padres cometamos mil errores, yo la primera, muchísimas veces lo hago, pero no puedo decir que está bien. No entra en mi cabeza pegar a mi hijo y sentirme orgullosa de lo que he hecho porque es así como se enseña.No sé, debe ser que vivo en un mundo paralelo. Me ha asombrado tanto leer ese tipo de cosas que parecía que había retrocedido como 50 años en el tiempo. Que en el año 2015 tengamos todavía esos pensamientos, me hace entender un poquito el mundo. Así nos va.
No voy a decir que sea fácil, que no cueste un trabajo enorme no pegar un grito cuando llegas tarde al trabajo y tu hijo se ha propuesto con todas sus ganas no montarse en el coche por nada del mundo.No voy a decir que sea fácil aguantar una rabieta en medio de un centro comercial sin montar un número.No voy a decir que sea fácil educarlos, ni muchísimo menos, pero no me pueden decir que es populismo barato y demagogia decir, pensar y creer que se puede educar sin pegar, sin gritar y sin faltar el respeto. No lo voy a aceptar. Ese fue el piropo que me llevé el otro día por opinar.
Sí voy a pedirte una cosa, si compartes una forma de educar en la que no admites que se pegue a un niño para que aprenda, escribe sobre ello en tu blog si lo tienes, escribe por Facebook sobre ello, por las redes, comparte este post, difunde de la manera que quieras pero difunde. Intentemos dar luz a quien no la ve. Porque aunque parezca increíble hay muchos padres que pegan continuamente a sus hijos y que lo ven una forma de "educar".
Sigo triste y enfadada pero sé y me reconforta que hay muchos padres que luchan cada día porque sus hijos sean felices, con eso voy a quedarme y mientras seguiré luchando por difundir y hacer llegar a quien quiera lo que podemos hacer para conseguirlo.
Afortunadamente son muchos los padres que cada día lo intentan. Como los padres que participan en el grupo de Facebook En casa ya no se grita , que cada día y cada uno con su vida luchan porque sus hijos no les recuerden como unos padres siempre enfadados y gritones.
Todos cometemos errores pero podemos aprender de ellos.