A los sacerdotes. Humanae vitae. Parte II
Autor: SS Pablo VI | Fuente: Encíclica Humanae vitae
29. No menoscabar en nada la saludable doctrina de Cristo es una forma de caridad eminente hacia las almas.
Pero esto debe ir acompañado siempre de la paciencia y de la bondad de que el mismo Señor dio ejemplo en su trato con los hombres. Venido no para juzgar sino para salvar41,
El fue ciertamente intransigente con el mal, pero misericordioso con las personas.
Que en medio de sus dificultades encuentren siempre los cónyuges en las palabras y en el corazón del sacerdote el eco de la voz y del amor del Redentor.
Hablad, además, con confianza, amados hijos, seguros de que el Espíritu de Dios que asiste al Magisterio en el proponer la doctrina, ilumina internamente los corazones de los fieles, invitándolos a prestar su asentimiento.
Enseñad a los esposos el camino necesario de la oración, preparadlos a que acudan con frecuencia y con fe a los sacramentos de la Eucaristía y de la Penitencia, sin que se dejen nunca desalentar por su debilidad.
41. Cfr. Jn., 3, 17.PRINCIPAL
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