A mi abuela, porque la quiero, porque la queremos.

Publicado el 31 enero 2015 por Janire Fernández
Hasta ahora no he sabido cómo hacer esto. Quería escribirte aún sabiendo que no lo verás. Hace ya dos días que nos dejaste, que te fuiste... Han pasado ya dos días desde que ya no estás. Sentía una y otra vez la necesidad de hacer esto, pero no sabía cómo, el dolor y el echarte tanto de menos me ahogaban y me impedían teclear. No ha parado de llover desde que te fuiste, pero ¿sabes?, esta tarde se ha asomado la luna aún cuando el sol sigue reinando sobre el cielo, y eso me ha bastado para sentarme aquí, delante de la pantalla.
Mientras me planteaba qué podía escribir, los recuerdos me abrazaban tan fuerte que, simplemente, he parado de pensar. Recuerdo cuando de niña jugaba en tu terraza, entre grandes plantas rebosantes de flores que regalaban y que aún lo siguen haciendo. Ese "jardín" de sueños, de ilusión, fue creado con dedicación, con cariño, protegiendo meticulosamente desde la hoja más pequeña hasta la flor más hermosa. Esa terraza, esa selva de colores, es un banco de recuerdos y de felicidad que sus ramas han recolectado con el tiempo. Esa terraza, que ha sobrevivido desde el invierno más frío hasta el verano más caluroso, ha sido siempre para mí el símbolo y la oda a tu lucha contra tu enfermedad, contra tu difícil día a día, a las veces que te has puesto en pie cuando tu cuerpo te pedía lo contrario, y a las veces que has provocado una sonrisa en nuestros corazones.  Tu quieres a tu "jardín" y tu "jardín" te quiere a ti, todos te queremos. ahora que no estás, yo protegeré tus maravillosas plantas, así como tu recuerdo. Y en cuanto esto último, estoy segura de que todos lo haremos.
Se me va hacer muy difícil asumir que ya no te voy a poder abrazar. se me va a hacer muy difícil tener que me referirme a ti en pasado. No obstante, sé que nunca te voy a olvidar y que siempre te voy a querer. Y que cuando me mire al espejo, te veré.

Fotografía tomada en el bello "jardín" de mi abuelita.