Me gusta mucho escribir sobre gente más joven que yo (todavía me considero bastante joven) y me encanta aprender de ellos. Siempre se dice que los jóvenes deberían aprender de los mayores aunque en algunos casos es al revés, los mayores aprendemos de ellos.
Una de las cosas que más admiro en una persona más joven es que sea lectora, bueno en general lo admiro en cualquier persona pero en una joven más. La generación de alrededor de 20 años de hoy en día han tenido más fácil tirar hacia los videojuegos, ordenadores y todo tipo de gadget o artilugio. Por eso cuando les gusta leer es porque, de verdad, son y serán buenos lectores. Gracias a alguna joven cercana he descubierto a Federico Moccia, toda la saga “Crepúsculo”,” Los juegos del hambre”, Mark Levy, Manel Loureiro….que son libros que nunca hubiera leído y que me han encantado. ¿Veis como siempre se puede aprender de todo el mundo?. También me gusta compartir con ellos autores y conocerlos como si fueran de la familia; con esa misma joven cercana “comparto” a Marian Keyes, tenemos todos sus libros y somos seguidoras de sus tuits porque nos parece una persona encantadora y una autora entretenidísima. Espero siempre que publique algún libro coincidiendo con su cumpleaños o santo porque es el regalo que más me gusta hacerle.
Bueno, iba a hablar de la juventud y me he liado con los libros pero eso no es todo. De los jóvenes se puede aprender mucho más: el sentido del humor,la alegría a cualquier hora, la responsabilidad, el ser concienzudo cuando algo te interesa, … de algunos jóvenes, no de todos. Pero yo estoy hablando de casos a los que admiro.
Admiro también a las jóvenes que desde temprana edad tienen muy claro su estilo con la ropa, saben lo que quieren y lo que no, eligen sus colores (a veces confundidos) y se ponen lo que de verdad saben que les gusta. Sin más. A ese tipo de mujer joven me la imagino de mayor con mucha elegancia y mucho estilo pero siempre con el mismo aspecto que tienen ahora y la misma sonrisa de oreja a oreja. Serán auténticas It Woman.
Admiro a las jóvenes que desde muy pequeñas tienen muy claro lo que quieren de la vida, su trabajo, su casa, sus perros, sus hijos y hasta los nombres de ellos. Creo que cuando uno visualiza con esa actitud tan positiva lo que quiere y además lucha y trabaja para conseguirlo…pues lo consigue. Está claro.
Sobre todo admiro a las jóvenes que tienen las ideas clara (de ahí el título de este post), a esas que cuando algo no les gusta te dicen: ¡A mi que no me toquen!. Y no las toca ni Dios.