Un nuevo curso termina, y con él toda una serie de experiencias que ya forman parte de uno para siempre. A veces me pregunto si el buen profesor es el que sabe enseñar o, más bien, es quien sabe aprender de sus alumnos. Si esto es así, puedo sentirme satisfecho, pues ha sido mucho lo que me habéis enseñado, y seguís haciéndolo, con vuestro entusiasmo, vuestras inquietudes y preguntas, siempre más sabias y próximas a los orígenes.
Gracias por todo ello y con un abrazo inolvidable,
vuestro David