y recogí una flor mientras tu reías
y caminabas descalza sobre el césped que se mezclaba con la tierra húmeda y fría
mientras yo sentía que todo el aire se llenaba de tu risa, de tu voz.
te vi sentarte al borde del rió de aguas cristalinas y hasta allá me encamine yo..
me miraste y reías y yo te vi y vi el sol reflejado en tu cabello y en tus mirada vi el
amor.
me dijiste, siéntate y deja que la naturaleza cante con alegría y me senté guiado por
tu mano y con delicadeza puse en tu cabello aquella flor, que recogí mientras iba tras
de ti por el sendero de la alegría, una flor para adornar otra flor.
sentir como el rió mojaba nuestros pies y en silencio se escuchaba nuestra respiración
que le hacia coro al canto de los pájaros aun en enero y como el verde de los arboles
bailaban al compás de viento esa rítmica canción.
ese momento es todo lo que deseo, ese momento y el olor de tu cabello es lo que me
acompaña cada día que estamos separados mi amor
no hay tesoro que valga este momento, no hay deseo que supere a este deseo de compartir
estos ratitos, su magia y su amor.
ya ni el tiempo tiene poder para evitar que te robe un beso, un beso de muchos que serán
el pacto secreto de nuestro amor..
el sol sigue brillando intenso pero el viento nos cubre con su capa de frescura y no incomoda
el calor…
el tic tac se paro hace tiempo, no se si han pasado horas o minutos y no voy a romper esta magia
por ver el reloj, contigo me doy cuenta que la vida no es cuanto acumulas en la tierra, la vida es
todo lo importante que guardas en el corazón.