Vampiros emocionales en las redes sociales
¿Te ha pasado que a veces detestas Facebook no sólo porque quita tiempo si no por la cantidad de mensajes sin sentido que encuentras?
A ratos resulta confuso tanto mensaje porque no sabes si esa hora de pasar el rato te anima o te deja con ganas de patear a todo el mundo. Entre niños perdidos, animales mutilados, gente odiando a famosos, cadenas de oración para un niño y si no lo haces, el mal invadirá tu vida, racismo, xenofobia, pfff y lo último, enterarte que todo lo que comes, si, si TODO absolutamente todo es perjudicial para tu salud.
Nuevas mamis vs. las de toda la vida vs. mujer sin hijos vs. solteras vs. mujeres casadas vs. divorciadas vs. las no quiero hijos. Veganos vs. vegetarianos vs. carnívoros vs. los que comen de todo vs. sólo orgánico vs. los que ni comen. Corredores perdón runners vs. ciclistas vs. sólo pesas vs. Boot Camp vs fútbol vs. football vs. el deporte o el entrenamiento de moda. Y ni hablemos de religión porque ¡PFF! me linchan viva.
¿Y qué me dices de los comentarios? Es irreal el odio que puede generar una foto. La gente dice cosas cada vez más absurdas, hirientes y sobretodo irrespetuosas. ¿De verdad no tienen nada mejor que hacer? Y ya dices basta cuando uno de tus contactos se dedica a llenar tu timeline de odio a diestra y siniestra. Sí aquel que sus mensajes salen cada 5 minutos y en el que nada le parece, de todo se queja y esparce su veneno como si a todos les importara lo que su “amiga/amigo” dice o deja de decir. Ah y lo mejor es que eso de lo que tanto se queja, lo hace una y otra vez. A estos en particular, ningún chile les acomoda.
¡BFFF! cansa sólo de recordar tanta y tanta basura visual que abunda en las redes sociales. ¿A poco no?
El respeto al derecho ajeno es la paz y eso lo sabemos de sobra aunque aquí entre nos, se nos olvida y mucho. Respetar las opiniones aunque no las compartas, es el primer paso para ser un mejor tu. No se vale responder un mensaje de odio con uno igual ¿o si? Ya lo decía mi abuela “calladita te ves más bonita, porque para luchar debes elegir bien las batallas que vas librar.”
Las palabras o en este caso los posts se las lleva el viento o el ciberespacio que es lo mismo. Así que no te enganches. Para que algo te haga daño debes permitirlo así de simple. Fácil no es; sobretodo porque estamos acostumbrados a reaccionar y no en el buen sentido. Esperamos lo peor de todos y cual cerillo sólo estamos viendo quien nos enciende.
A palabras necias, oídos sordos.
No dejes que el vampiro cibernético te contagie de parasitos emocionales. ¡Huye! Y si la cosa se sale de control siempre es un buen momento para limpiar tu timeline y eliminar aquello que no suma en tu vida. ¿De qué te sirve tener 1000 amigos si más de la mitad contaminan tu mente y tu salud emocional? A ese amigo del colegio que hace más de 25 años no ves y que cuando puede te critica, ¿de verdad lo quieres en tu vida? O que me dices de ese twittstar que se dedica a odiar y a quejarse de todo lo que acontece en el mundo. ¿Te aporta algo?
Ignorar es responder con inteligencia
La gente no vive y piensa como tú y eso lo sabes bien y no se vale que desgastes energía tratando de entenderte con quien no vale la pena. La próxima vez que tu timeline te saque de quicio, deja el móvil y abre un libro. Recuerda tener a la mano el botón de borrar porque eres el único que puede permitir que las cosas te afecten. No controlas la vida de nadie pero sí controlas tu capacidad de reaccionar. Avisado estás.
Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.
– Aristoteles