Lawrence Tibbett, barítono y actor de Hollywood, ya veréis que no iba corto de fiato, la verdad es que no iba corto de nada y pasaba por un Rigletto muy italiano:
A Tibbett, que triunfó en el Met, le sucedería otro norteamericano, Leonard Warren, otro timbre de impresión. Warren será recordado, además de por su calidad artística, por protagonizar uno de los sucesos más dramáticos ocurridos en un teatro de ópera cuando se desplomó en escena poco después de cantar "Morir tremenda cosa... Urna fatale" de La forza del destino en el Met muriendo de una hemorragia cerebral a la edad de 48 años:
Al grandioso timbre de Warren le sucedió en el Met el brillante timbre de Cornell MacNeil, la pura belleza del canto, incluso se podría decir que demasiado aristocrático:
Robert Merrill.
Shrerill Milnes.