A propósito del monumento Memorial 27F

Por Checholalo @checholalo

A propósito del artículo aparecido en El Diario de Concepción, y a la polémica que éste ha generado en distintos foros de opinión, incluído éste, nuestro blog, nos permitimos refrescar esta columna publicada en el mismo medio de comunicación por nuestro docente Gino Schiappacasse, en la epoca en que se llamo a concurso para ese monumento memorial. hay que recordar que cerca de ahi estaba el edifico Alto Río que se demolió y que tenia mucho mas significado para la memoria.

LOS MEMORIALES NO SE INVENTAN

Aunque los memoriales se construyen dentro de la propia emocionalidad, cuesta entender porque se insiste en demoler el Alto Río, cuando es un verdadero memorial ipso facto y que siendo tan hiperreal es también una representación. Por el contrario a muchos no nos convence del todo el memorial oficial y proyectado en el lugar asignado, pues ha faltado una reflexión mas consensuada. Desde pensar un emplazamiento mas ad hoc al genius loci hasta incorporar temáticas telúricas mas museológicas. Además, se pudo haber reciclado escombros, revalorizado parte del puente viejo o parte de las secuelas del tsunami como verdaderos espacios sagrados con sus cargas síquicas intactas.

Es posible que el mismo centro cultural que ya tenia allí su lugar se usara como elemento semántico que distinguiera el sentido identitario como trabajar la fractura, la grieta, el quiebre, o la inestabilidad que han sido temáticas que muchos maestros de la arquitectura han utilizado antes.

Sin duda, que la relación cultural con los sismos, no se ha explorado lo suficiente, porque todavía no existe la distancia de tiempo ni el sosiego para concluir cosas con mas trascendencia, pero también porque los canales han sido demasiados convencionales y corriendo en paralelo, sin articularse en un pensamiento cultural.

Sin duda, el significado de la arquitectura es relevante cuando el mensaje del espacio es fuerte y claro como signo. Cada cosa que celebra contiene una carga emocional por lo se requiere de cierta madurez cultural. Hay que pensar que el Museo del Holocausto en Berlín se hizo después de 50 años, con un museo dramáticamente magistral, pero muy pedagógico. Lo mismo ha sucedido para el Museo de la Memoria. Con esto, puede suceder que la formalidad de la arquitectura termine siendo una cosa escultórica con mucho de parque recreativo, pero no suficientemente significativa.

Dentro de todo, las conclusiones del estado de arquitectura y la edificación post terremoto han caído en una tierra de nadie, sin que quede un registro que señale verdaderas lecciones en el colectivo. Un signo es que las primeras casas que se reconstruyen en lugares de tsunami no registran cambios sustanciales a lo que se hacia antes. Espero equivocarme, pero en las cosas de la memoria se necesita calar en un cierto espíritu de lugar, que no lo veo presente.

Gino Schiappacasse