A Prueba de Fuego

Por Candreu

A PRUEBA DE FUEGO (Fireproof)
Director: Alex Kendrick
Intérpretes: Kirk Cameron, Erin Bethea
País: USA. Año: 2008.
Duración: 122 minutos
Caleb es jefe de bomberos y casi un héroe en su comunidad. Su mujer, Catherine, es una brillante directora de relaciones públicas de un hospital. Apenas llevan 7 años casados, pero su matrimonio está en llamas. Como en muchos matrimonios actuales y cercanos, la desconfianza, la falta de comunicación, las continuas peleas, gritos, indiferencias... se hacen tan insoportables que han llegado a su límite. Están dispuestos a arrojar la toalla. "¿Qué sentido tiene seguir juntos?" se preguntan.
Pero la visita del padre de Caleb frena el proceso. "¿Hay alguna parte dentro de ti que quiera salvar tu matrimonio?", y a partir de ahí le propone un proceso de cuarenta días que reconstruirá su matrimonio para hacerlo "a prueba de fuego". Un matrimonio en el que lógicamente habrá incendios, pero si el fuego viene, podrán resistirlo.
"Hijo mío, este viaje de cuarenta días no puede tomarse a la ligera. Es un proceso desafiante y a menudo difícil, pero también es increíblemente satisfactorio. Si estás dispuesto a comprometerte cada día durante cuarenta días, los resultados podrían cambiar tu vida y tu matrimonio. Considéralo como un desafío, de parte de quienes lo aceptaron antes que tú. No te quepa duda: deberás ser valiente. No te des por vencido ni te desalientes. Decide guiar tu corazón y llegar hasta el final. Aprender a amar de verdad es una de las cosas más importantes que harás en tu vida".
Cuando parece que no hay salida, que todo esta acabado y que no hay ninguna solución, entonces surge el fruto del esfuerzo, de la perseverancia, de la esperanza. Hombre y mujer han de tener claro que deben trabajar por su matrimonio, siempre. Que deben cuidar esa relación. El trabajo no se termina el día de la boda, sino que empieza ese día. Es un proceso que durará toda la vida y que irá acercando más y más los corazones del hombre y de la mujer. El matrimonio no es una estación de llegada, sino de partida.
Y es que ya lo dijo San Pablo: "El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca.".