Las fotos, que se las he birlado a Ignacio Tena e Iván Colomer, muestran el estado de los tendidos en el primer desafío entre Cuadri y Victorino. Tres cuartos de entrada largos, la mejor entrada de la Magdalena hasta ahora, a pesar de que por tierra castelloneras han pasado figuras de la talla de Ponce, Cid, el Fandi o Castella, y toreros con tirón entre el aficionado como Diego Urdiales e Iván Fandiño. Un dato a tener muy en cuenta.
Ahora leo en la crónica del festejo publicada en la gacetilla online de Mundotoro un "no faltó el espectáculo en el primer desafío ganadero de la feria de la Magdalena, aunque sí gente ya que hubo una escasa media entrada..." (sic...), mientras en Burladero, que se va de Málaga para meterse en Malagón, sostienen que la entrada fue de "medio aforo", en una crítica en la que el autor, que tiene que ser familia del que inventó la expresión "más raro que un perro verde", escribe al tun tun sobre cuadris acochinaos -¿habrá visto la criatura un Cuadri en su vida?-, manejables, sin calidad y sin romper de verdad (otra vez sic.)
Cualquiera que lea esto, y sepa la verdad, se podría preguntar por qué tanta mentira, a qué hay miedo para enterrar la realidad cuando las editoriales y críticas de estos sitios que viven de la publicidad y la limosna de los taurinos, normalmente van por lado opuesto, por elevar la realidad hacía un mundo alucinógeno de orejas voladoras, toros rosas que bailan claqué y artistas que cada tarde pintan sobre el lienzo del albero el Guernica de Picasso.
A ver si va a ser que esto del torismo, bien organizado, anunciado con tiempo, con toreros que interesen y en buenas fechas, va a ser rentable para empresas, aficionados, Ganaderos y Toreros (los dos últimos, con mayúsculas).