Por Bernardo Villar
¿A qué sabe una manzana? Intenta explicarme a qué sabe una manzana.
Una manzana sabe a manzana. Puedo intentar hablarte de dulzura, acidez, etc. y de ningún modo vas a saber a qué sabe una manzana hasta que la pruebes.
¿Qué es el balance? ¿Cómo consigo balance al momento de montarme en una bicicleta? ¿Quién me lo puede explicar?
Lo cierto es que hasta que no me subo en una bicicleta y comienzo a experimentar lo que es el balance, ninguna instrucción, ningún concepto, va a conseguir que yo pueda encontrar balance en una bicicleta. no importa qué tan claro entienda esos conceptos.
Puedo leer todas las guías turísticas de parís, aprender toda su historia, saber las distancias entre todos los puntos, el clima y aprender a hablar francés y nada de eso va a conseguir que yo conozca París. Es necesario estar en París para conocer París. Es una experiencia, no un concepto.
Transformación tampoco es un concepto. Quiero decir, puedo explicarte con palabras lo que es, puedo darte toda la literatura existente, puedes ver todos los videos que haya; puedes saber todas las distinciones y sin embargo, créeme, no vas a saber lo que es Transformación.
Por eso es inútil querer compartir con palabras la experiencia de estos talleres. Las palabras comunican conceptos pero las experiencias se viven. Físicamente. En el cuerpo. No se puede sustituir. Cualquier cosa que compartas va a ser siempre una conceptualización de mi experiencia personal. Y además recordemos que mi experiencia seguramente no va a ser igual a la de nadie más, así que aunque fuera capaz de comunicar del modo más eficientemente posible en conceptos mi experiencia, estaría comunicando solo eso: mi experiencia personal. Nada más.
No puedes aprender a ser un líder leyendo un libro. Ni diez ni cien. A ser un líder se aprende siéndolo. Estando en una situación que demande liderazgo. No hay más.
No es lo mismo saber que conocer.