En 1992, en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, los países del mundo reconocieron estar "preocupados" porque se estaba produciendo un "calentamiento adicional" de la Tierra "porque las actividades humanas han ido aumentando sustancialmente las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera" (principalmente el dióxido de carbono - CO2- procedente de la combustión de combustibles fósiles). Esas actividades podían provocar un "cambio climático", ante lo cual había que tomar medidas. Se adoptó en esa Cumbre la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMMNUCC) que fue ratificada por casi todos los estados de la ONU (incluido EEUU, sólo faltan Andorra, Iraq, Somalia y el Vaticano).
Fue en el momento de concretar estas medidas cuando empezaron los problemas. El Protocolo de Kyoto de 1997 desarrollaba la Convención y obligaba a los países desarrollados a reducir el CO2 y otros gases emitidos, de forma que en el año 2012, y en su conjunto, supusiesen un 5% menos del total emitido en 1990, el año de referencia de todas las negociaciones posteriores. La presión de ciertos intereses, especialmente las grandes empresas petroleras (que veían peligrar su negocio) hicieron que EEUU no ratificase Kyoto.
La presión de estos grupos continúa, por un lado financiando el negacionismo climático (que no tiene más base real que la que tienen aquellos que siguen afirmando que la Tierra es plana) y por otro presionando a Obama, cuyas buenas intenciones iniciales se han transformado en un compromiso de reducción de emisiones del 17% en 2020... ¡respecto a 2005!, lo que supondría un mísero 3% respecto a 1990.
Y esto, cuando la Unión Europea (que negocia en nombre de todos sus miembros) ya se ha comprometido a una reducción del 20% respecto a 1990, que podría llegar a un 30%, y cuando hay un consenso (al que se unió el mismo Obama en su campaña) en que la reducción debería ser de al menos el 80% en el 2050 para evitar un cambio climático de consecuencias catastróficas, especialmente para los más pobres del planeta.
Estos días, en Copenhague están reunidos los países de la Convención en una nueva Cumbre del Clima. Kyoto sólo llega hasta el 2012, y es necesario un acuerdo ya (los procesos de ratificación tardan más de dos años) para que a partir de ese 2012 haya un compromiso de reducción de emisiones hasta el 2020 que permita contener el cambio climático en la línea de ese 80% menos necesario para el 2050.
Como era de esperar, la presión del lobby petrolero-negacionista ha aumentado, pero a ellos sólo les decimos una cosa: aún si no hubiese cambio climático (que lo hay), ¿Alguien puede estar en contra de las medidas, intrínsecamente positivas, que se proponen? ¿Alguien está en contra de disminuir la contaminación, de ahorrar en la factura energética, de disminuir la dependencia petrolera, que tantos conflictos económicos y bélicos causa?
En definitiva, ¿a qué vamos a Copenhague?
Vamos a apoyar la consecución de un acuerdo ambicioso y cuantificado (que permita alcanzar los objetivos de reducción descritos), justo (que tenga en cuenta a los países menos desarrollados) y jurídicamente vinculante (para que nadie pueda eludir su responsabilidad).
Vamos a exigirles a los ministros y presidentes que empiezan a llegar a la Cumbre, y especialmente a Barack Obama (EEUU, junto con China -el otro gran emisor de gases- son decisivos, por su importancia y por sus dudas) que cumplan sus compromisos y que pongan todas sus energías en conseguir el acuerdo, para que no sean recordados como los que no hicieron lo que debían.
Y vamos también a informar de lo que allí pasa, a través de nuestro perfil y grupo en facebook (que cuenta ya con más de 3.600 miembros) y de nuestro blog de la Cumbre del Clima (que está superando estos días las 3.000 visitas diarias). Estos datos son sólo una pequeña parte de la movilización global que está teniendo lugar, y que va a ser decisiva (tú presión, la mía, la de tod@s) para que esta semana sea histórica y pongamos los fundamentos para una mejor calidad de vida para nosotr@s y para nuestr@s hij@s.
Salut! ;)
Toni Mantis