A Simple Story fue publicada en 1791, y recibió muy buenas críticas- la escritora Maria Edgeworth llegó a escribir una carta muy elogiosa- dando a la autora un prestigio que hasta la fecha no había disfrutado. Sí gozaba de popularidad gracias a sus obras teatrales, pero no contaba con el respaldo de la crítica. Elizabeth Inchbald (1753–1821), de soltera Simpson, fue dramaturga, novelista y actriz, una mujer que, habiendo enviudado joven, supo seguir ganándose la vida con sus dotes artísticas y literarias. Como ya nos dice en el prefacio de A Simple Story, "The Muses, I trust, will pardon me, that to them I do not feel myself obliged- for, in justice to their heavenly inspirations, I believe they have never yet favoured me with one visitation; but sent in their disguise NECESSITY, who, being the mother of Invention, gave me all mine- while FORTUNE kindly smiled, and was accesary to the cheat."A Simple Story, de Elizabeth Inchbald, no puede ser considerada una historia simple se ponga la autora como se ponga. Dividida en cuatro volúmenes originalmente- en total cerca de 350 páginas en mi edición de Oxford World's Classics- la historia de Dorriforth y Miss Milner, y posteriormente la de Matilda, la hija de ambos, se abre a diferentes interpretaciones que la alejan de la simplicidad del título. Cuando Mr. Milner fallece, deja a su hija de apenas dieciocho años bajo la custodia de Dorriforth, joven sacerdote católico. La joven, atractiva y coqueta Miss Milner- nunca llegaremos a conocer su verdadero nombre- se siente atraída casi desde el primer momento por su custodio,“I love him with all the passion of a mistress, and with all the tenderness of a wife” (Volumen I, capítulo XV), pero esa admiración no se ve correspondida. Dorriforth, hombre prudente, austero y reservado, no acaba de ver con agrado la vanidad de la pizpiretaMiss Milner, ni su desenvoltura y decidido carácter. La insistente devoción de ella y el fallecimiento del padre de él- esto le obliga a dejar atrás los votos y hacerse cargo de la herencia que le convierte ahora en Lord Elmwood- estos dos elementos, decía, pueden acabar por dar sus resultados y romper las barreras que Dorriforth había levantado... Como no quisiera de ningún modo privar al lector del placer del propio descubrimiento, no voy a contar más que apenas este comienzo. Quedan por delante varios pretendientes, una hija, un secuestro, una infidelidad y una buena historia. El objetivo de Elizabeth Inchbald en esta narración es la exploración del concepto de lo que ha de ser "a proper education" para una mujer. Y es aquí en donde las diferentes perspectivas pueden dar paso a uno u otro análisis. Mi punto de vista se mueve en el terreno de la contradicción, la misma que muestra a mi entender la autora. Mientras que en la primera parte (volúmenes I y II), centrada en la relación de Miss Milner y Dorriforth, se nos presenta un ejemplo de mujer independiente, con iniciativa, que toma sus propias decisiones y comete sus propios errores, que desdeña los convencionalismos (enamorándose, por ejemplo, de Dorriforth, un sacerdote católico, siendo ella además protestante), la segunda parte (volúmenes III y IV), centrada principalmente y entre otros asuntos en la relación, tensa y distante, entre Dorriforth y su hija Matilda, se nos presenta a una mujer sumisa, que delega en los demás- siempre figuras masculinas- la toma de decisiones, pasiva y de ideas conservadoras en torno al matrimonio. ¿Cuál de las dos es la que recibe esa "PROPER EDUCATION", la una o la otra? Tengo para mí que la autora toma partido por la primera opción pero, y de ahí la contradicción que mencionaba, se desdice o se ve en la obligación de dar un paso atrás, de moderar de algún modo ese planteamiento progresista para concluir de un modo, dicho en lenguaje actual, políticamente correcto. Sea como sea, creo que lo mejor sería que sea el propio lector haga su lectura personal tras el disfrute de la novela. Por último y para concluir esta breve reseña, tan solo quisiera manifestar de nuevo mi escepticismo ante los sesudos criterios editoriales que deciden la publicación de unos títulos al tiempo que descartan otros de quizá mayor calidad y valor literario. ¿Cómo puede no estar A Simple Story traducido al castellano? Quizá alguno de vosotros tenga la respuesta... ¡Gracias por compartir!