A una semana para la Semana Santa se han vivido unos días en los que la víspera se hace impaciente. Preceptivo nuestro paseito por Sevilla e ir respirando ya en ambiente. Este año mi pequeña Sofia ha disfrutado junto a sus papás visitando los pasos que tanto le gustan a ella. En esta ocasión el majestuoso pedestal sobre el que pasea el Señor de las Tres Caídas de Triana fue nuestro destino (gracias Rocío Hernandez que nos dejó pasar cuando la capilla estaba cerrada al público)
La Virgen de la Estrella también fue motivo de nuestra visita en una tarde de sábado de disfrute cofrade
El día anterior, viernes, pudimos asistir al último ensayo y conjura para lo que será nuestro día grande, nuestro Jueves Santo. En el que no podía faltar realizar un gran ensayo, como suele ser preceptivo y, por supuesto también, las torrijas tan ricas que hace Toñi (esposa de mi amigo Javi) que se ha convertido en algo tan tradicional que no puede faltar en este día señalado
Nuestra parada en el Hormiguero donde Manolito tiene preparado sus altares y su decoración para tal efecto
Un gran aperitivo, como de costumbre, tras el ensayo y unas risas con una copita no pueden faltar
pose de buenos costaleros
Eugenio y Juan Miguel, patrimonio de la cuadrilla por su experiencia y saber estar. Entre los dos suman casi 60 años bajo las trabajaderas, ahi es nada.
Justo al término del ensayo no faltan los primeros análisis a partir de los documentos de vídeo recogidos, las sensaciones eran buenas