Chiaki es un joven con gran talento para la música. Sabe tocar prácticamente de todo aunque destaca muy especialmente en piano. Sin embargo, él no quiere ser músico, su sueño es ser un gran director de orquesta como su adorado maestro Vieira pero, tiene pánico a viajar en avión y barco por lo que no puede, es superior a sus fuerzas, desplazarse hasta Europa, vive en Japón, para hacer realidad su deseo.
Una noche, tras ahogar sus penas en alcohol, se queda dormido en la puerta de casa donde le encuentra Nodame, una chica a la que Chiaki no conoce pese a ser además de vecina, alumna de la misma escuela de música a la que va él.
Se obsesionará con Chiaki, al que tratará como si fuese su novio dando lugar a situaciones muy graciosas, pero no sólo eso porque la joven padece el síndrome de Diógenes, acumula en casa basura, y además es cleptómana, "toma prestados" todo tipo de objetos. Ahí es nada. Como suele ocurrir, uno el día y la otra la noche porque menudos dos más diferentes.
La relación entre ambos será tan "así" como la protagonista. A la "pareja" se sumarán otros personajes como Saiko, ex novia de Chiaki, y Mine, que toca el violín y cuyo papel en la historia será muy diferente al que yo me imaginé en cuanto lo vi aparecer por la página. Imagino que en cada volumen aparece un nuevo personaje y con éste un nuevo instrumento hasta formar, quién sabe, una gran orquesta al final de la serie.
Cada tomo, incluye al final una especie de glosario en el que se explican ciertas palabras relacionadas con el mundo de la música. La pluma de la autora es sencilla y los personajes son tremendamente expresivos gracias a esos dibujos tan bien conseguidos.
De momento, sólo he leído los dos primeros y aunque los últimos cómics que he devorado me han parecido entretenidos, me han gustado, sin duda os recomiendo mucho Nodame Cantabile antes que ellos porque la mezcla de música clásica y jóvenes "raros" es explosivamente divertida.
La historia de Tomoko Ninomiya cuenta con una serie de anime y un dorama que espero ver en el momento en el que la termine porque sí, ya lo tengo decidido: voy a ir a por sus veintitrés tomos y va a ser la primera serie que complete aunque me costará sudor y lágrimas hacerlo. Hasta la próxima, devorador@s.
Agradecimientos Norma Editorial