En esta ocasión, su director es Justin Lin, que nos cuenta una historia un tanto caótica (quizá me lo pareció por no haber sufrido la anterior entrega), donde Vin Diesel, vuelve a juntar a la banda, contando con Paul Walker, que ahora es su cuñado, para perpetrar un atraco al traficante más poderoso de Brasil, y así obtener venganza y un buen botín.
No soy para nada contrario a este cine, de hecho, a los seguidores de mi blog, veis que disfruto con el cine de acción. Lo único que pido, es un poco de coherencia en el guión, que aunque no tenga que estar plagado de grandes diálogos, por lo menos tenga su pequeña lógica. En este caso no es así, y sino que alguien me explique de donde han sacado los protagonistas de la cinta, una caja fuerte de semejantes dimensiones, tan solo para preparar el atraco, cuando es evidente que cuesta una millonada, y no es algo que alguien se pueda sacar de la manga. O como en la persecución final, arrastrando dicha caja fuerte por medio de la ciudad, arrasando con edificios, terrazas, y todo lo que se ponga por en medio, y no haya una sola vícitma inocente implicada, o por lo menos que no les conmueva. En fin, espero no haber metido grandes spoilers.
En definitiva, una película, que para disfrutarla, hay que hacer un esfuerzo, y dejar de lado muchas cosas, en cuanto al guión se refiere.