"Me gusta el viento. No sé por qué, pero cuando camino contra el viento, parece que me borra cosas. Quiero decir: cosas que quiero borrar."Mario BenedettiMe gusta el viento, pero no porque me borre cosas. Me gusta el viento porque lleva y trae, porque es juguetón, porque voltea. Porque me descoloca las piezas y las reencaja de nuevo. Me gusta el viento porque golpea, arrastra, me corta el paso (por ahí no), me impulsa por caminos no escritos. Me gusta el viento frío porque me traspasa, porque me cala los huesos y me hace sentir viva. Me gusta que venga de frente porque me hace cerrar los ojos al avanzar, despierta al resto de mi cuerpo y me obliga a mira con otras partes de él. Y por todo esto y porque me gusta el viento... me voy a tomar viento: me tomo unas semanas de descanso bloguero.
Y ya que mi descanso coincide con las fechas navideñas y no volveré hasta el año que viene, os deseo que ese mismo viento que me lleva os borre las cosas malas y os traiga todo lo bueno.
Dejo puertas y ventanas de mi casa abiertas. Que corra el viento. Que os traiga y que os lleve a vuestro antojo (el 2015 ha sido en general un año de excelentes lecturas, seguro que os ha quedado alguna por cotillear), que os aleje y os regrese a mi vuelta si así lo preferís, o no, háganse vuestro deseos.
Que soplen buenos vientos para todos. Nos vemos en 2016.
Leed, amad, soñad.
Dandelion wish (88/365). Fotografía de John Liu