A través de Las puertas del infinito

Por Bdebabel @BabelT

¡Hoy es día de Reto, mis arrebatadores! :o) Siempre es un estímulo apuntarse al RETO10X10 porque nunca sabes a qué atenerte con la lectura y si coincidirás en gusto con los compañeros o los detalles que ellos percibirán a diferencia de ti.En esta ocasión, acordamos leer LAS PUERTAS DEL INFINITO, coescrita por Víctor Conde, a quien adoré en su novela HIJA DE LOBOS, y José Antonio Cotrina, a quien me acerco por primera vez.¿Con qué resultado? Dividido y dual, para hacer eco de la doble autoría.Sin duda, es una obra que explota la imaginación más fantasiosa y conduce al lector por vericuetos oníricos, salvajes, surrealistas e impredecibles a lo largo de sus 440 páginas.La prosa combinada de los autores, me pregunto qué se deberá a quién, es todo un periplo por un tesauro del lenguaje. Juntos, crean una arquitectura minuciosa dotada de una imaginería colosal y desbordante. Mundos de pesadilla se cruzan con un Londres de otra época a través de la magia de los aperimantes, capaces de cruzar dimensiones mediante Puertas que han de descifrar desde la enigmática sede de una Mansión.Vamos de la mano de varios personajes, algunos quedan en el camino, otros avanzan evolucionando a la par que una trama enrevesada de monstruos, viajes cósmicos, paradojas temporales, batallas entre civilizaciones, dragones de combate y enigmas escondidos en el tejido del universo.Por un lado, he disfrutado con la riqueza lingüística que tan bien pintaba los escenarios de caos y criaturas, aunque también restaba naturalidad al relato. Más que una aventura épica se leía como un cuento que te estuvieran contando. A pesar de ello, existen bolsillos de acción que suelen rodear al personaje de Rebeca, saltadora de dimensiones y jinete de un dragón llamado Ágata.Me he maravillado con la portentosa creatividad de los autores, aunque me perdía a menudo en el laberinto de galimatías de complejidad científica. Tampoco me he sentido satisfecha con cierto tono vulgar y despectivo hacia las mujeres que he notado aquí y allá. Entre los personajes, destacan Logan, dedicado a la apertura de Puertas; Riddly, el niño que todo lo ve; Rebeca, la saltadora vendida al Cerrajero. Ellos luchan, en sus tiempos y lugares, contra los ikari, un enemigo titánico con huestes de aberraciones bajo su mando y una obsesión ingénita por la conquista de otros mundos.En esta épica andanza, en la que hay más villanos que héroes, he disfrutado con el concepto de misiones en pos de reliquias. El rol de Rebeca, una suerte de Alicia de Lewis Carroll, es suculento y casi podía ver la versión cinematográfica en mi cabeza. Otro aspecto que también me ha gustado es la cualidad contagiosa de los nombres que recibían lugares, objetos y personajes. Con gran fanfarria de efectos especiales, rocambolescas paradojas y apocalípticas batallas, la novela culmina a una escala gloriosa, dejando al espectador obnubilado por la sorpresa y la envergadura caleidoscópica de la trama. La novela tiene un final que parece eternizarse, plagado de acción de realidades alternas y abigarrada narrativa que, entre el sinfín de desenlaces, quizás pose una sonrisa en los labios con sus últimas palabras, bien ganada tras tamaña batalla campal contra paradojas y criaturas aberrantes y personajes deleznables.Conclusión: grandes ideas, ejecución difícil de digerir.


 
LAS PUERTAS DEL INFINITOVÍCTOR CONDE - JOSÉ ANTONIO COTRINAEditorial FantascyTapa flexible con solapas440 págs.FantasíaAño publicación:2016Relación calidad/precio:18 pellizcos - a tu riesgoWeb de Víctor y José

Babel haciendo lista de reliquias a requisar.