Revista Salud y Bienestar

A través de un cuestionario se puede predecir el riesgo de osteoporosis

Por Blogdefarmacia.com

La densitometría mineral ósea es una herramienta para determinar el riesgo de osteoporosis de los pacientes; sin embargo, es un sistema complejo al que no pueden acceder la mayoría de las farmacias. Por este motivo, el farmacéutico Gonzalo Iranzo, alumno de la Facultad de Farmacia de la Universidad San Pablo CEU, en Valencia, ha trabajo en el diseño, elaboración y validación en farmacias de un “cuestionario dirigido a predecir de una forma aproximada el grado de riesgo de osteoporosis de las mujeres climatéricas”.

La elevada prevalencia de esta enfermedad, que, según datos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, afecta ya a más de dos millones de personas en España, y sus síntomas silentes fueron las razones por las que Iranzo decidió idear este cuestionario de aplicación en farmacias como herramienta sencilla para detectar y actuar sobre los factores de riesgo. Y es que, según comenta Dolores Silvestre, coordinadora del estudio y profesora de la Universidad San Pablo CEU, de Valencia, “existen factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar osteoporosis, como el tabaquismo, la mala alimentación o la actividad física”. Por ello, “el cuestionario está diseñado para obtener información de todos ellos y definir el grado aproximado de riesgo de cada paciente”.

A través de un cuestionario se puede predecir el riesgo de osteoporosis

Para su elaboración, comenta Iranzo, “analizamos y revisamos la bibliografía disponible y más reciente sobre osteoporosis, recopilando información de los factores de riesgo más relevantes”. En cuanto a la parte nutricional del cuestionario, “la ingesta diaria de los nutrientes de interés en el estudio se calculó con referencia a tablas de composición de alimentos y de cuantificación”.

Para validar el cuestionario y ver si realmente era eficaz, sencillo y útil para ser empleado por el farmacéutico en la botica, Iranzo realizó un estudio en el que participaron 94 mujeres de entre 45 y 55 años y sin osteoporosis diagnosticada.

Así, Iranzo pudo constatar que “este test permite conocer qué factores de riesgo posee el paciente en tan sólo un minuto”. Por lo tanto, según comenta Silvestre, “se demuestra que puede ser una herramienta útil para detectar posibles pacientes en riesgo y para hacer recomendaciones saludables con el fin de evitar que la mujer termine desarrollando la enfermedad”.

MÁS CONSEJO NUTRICIONAL
En cuanto a los datos obtenidos, y pese a ser una muestra pequeña, el autor detectó que casi la totalidad de las mujeres (98,2 por ciento) tenía algún factor de riesgo y que el 61 por ciento de ellas poseía un conjunto de tres o más.

Desglosados, el 72 por ciento de las participantes tenía una ingesta deficiente de calcio y/o vitamina D, el 40,2 por ciento no practicaba actividad física de ningún tipo, el 24,4 por ciento no se exponía nunca o casi nunca a la radiación solar y el 22 por ciento fumaba.

Tras estos datos, el farmacéutico intervino en todas aquellas pacientes que presentaban algún factor de riesgo ofreciéndole una serie de recomendaciones nutricionales y con la derivación al médico para que fueran evaluadas correctamente.

En cuanto a las recomendaciones nutricionales, una de las más importantes para prevenir la enfermedad, Esteban Jódar, coordinador del Grupo de Trabajo de Metabolismo Mineral Óseo de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, señala que “una dieta rica en calcio y potasio es beneficiosa para el tejido óseo, mientras que los suplementos de calcio farmacológicos podrían producir algún efecto adverso”. Por eso, “aumentar la ingesta de lácteos y comer sardinas en lata o boquerones con su raspa, por ejemplo, algún día a la semana podría bastar para aproximar la ingesta media de calcio de las personas con osteoporosis (de 700 a 850 mg/día) a las recomendadas (en torno a 1.200 mg/día)”.

En relación al aporte de vitamina D, hay que recalcar que es casi imposible conseguirlo con la dieta. Según Jódar, “serían necesarias doce sardinas diarias, más de ocho yemas de huevo o más de cuatro litros de leche al día para alcanzar los niveles óptimos de esta vitamina”. Por ello, la exposición solar diaria es fundamental para sintetizar esta vitamina”.


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