“No saben lo que es poner el cuerpo en la escuela pública” asegura una de las docentes entrevistadas para Escuela Bomba: dolor y lucha en Moreno, película producida por el Departamento de Educación de la Universidad Nacional de Luján, cuyo estreno porteño está previsto para el jueves 1° de agosto. El viernes siguiente se cumplirá un año de la explosión en la Escuela N° 49 Nicolás Avellaneda de Moreno, que mató a la vicedirectora Sandra Calamano y al auxiliar Rubén Rodríguez.
La declaración destacada en el trailer adelanta uno de los propósitos del largometraje dirigido por Juan Mascaró: denunciar el estado deplorable de las escuelas públicas de la Provincia de Buenos Aires. Las condiciones edilicias de los establecimientos atentan contra la integridad física –a veces la vida– de todos los integrantes de la comunidad escolar.
El otro gran objetivo es dar cuenta de la lucha –espontánea primero, organizada después– que personal docente y no docente, padres, alumnos, vecinos de la Nicolás Avellaneda llevan adelante para reclamar justicia y denunciar a un Estado empecinado en desmantelar la educación pública. El año pasado, un profesor del Departamento de Educación de la UNLu le contó al portal de noticias Ladran Sancho que los productores de la película fueron modificando el guion a medida que avanzaba el rodaje, para dar cuenta “del modo más genuino” lo que ocurrió en Moreno, en las instancias de duelo y de militancia.
La primera proyección con público presente tuvo lugar el 19 diciembre pasado, en el auditorio de la UNLu, cuando el film todavía se encontraba en etapa de posproducción. En el transcurso de 2019, la versión terminada, de 64 minutos de duración, se exhibió en dos festivales internacionales con sede en la Ciudad de Buenos Aires: el 9° FICiP y el 18° FICDH. También se realizaron proyecciones especiales, en abril, en el Bachillerato Popular Carlos Fuentealba, en mayo, en el marco del conversatorio Pensar las prácticas docentes desde su integralidad que la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Cuyo (Fadiunc) organizó en la ciudad de Mendoza, y en junio, en el Congreso de Educación y Política auspiciado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán.
“Tenemos escuelas que son bombas de tiempo” se lee en el afiche del documental. Esta otra declaración deja en claro que, lejos de ser un hecho aislado, la explosión en la Nicolás Avellaneda puso en evidencia la arista criminal de la política educativa neoliberal.