a un mundo carmesi

Por L

U
n diablito de cachos rojos
Amputados de las ropas del tiempo
Infla un zeppelín con el rocío de las sombras
Y recoge la guadaña armada con palitos de fósforos
Para segar unos pocos hombres
De ese país, que algunos dicen
Esta más sistematizado que vivo.
Así encontró a un hombre azul
Uno que se decía poderoso y ocupado
Le corto las orejas que no ocupaba
Y envío a su alma, vía aérea
Hacia un sembradío de muertos que
Buscan la esperanza regalada de la aurora.
Una mujer de papel diviso
Este objeto volando, el cual
Derribaba a los vivos-muertos
A su paso, y en un acto de osadía
Tomo un alfiler, y mando a este ser ígneo
En un desfile directo a la corteza.
La madre tierra acaricio
Con sus dedos de piedra el cuerpo
Sin vida del diablito pequeño
Y abrazándolo con amor infundado
Lo envió a lo hondo de sus entrañas
Para que bailara con los topos
Revoltosos esos que saben vivir,
No como los hombres
Que tan seguido erran esa asignatura
Reencarnando en un ser subterráneo
Aprendió la lección el diablito pequeño
Ya no se mete con las personas
Es mejor divisarlos, cargar con su ciencia
Y oír las oraciones de los monstruos de acuarela
Que cantan a escondidas del sol.
Acá abajo..las sonrisas son mas ciertas.