A veces el demonio puede venir en forma de tía, primos o abuelos. La familia se concibe según diversos contextos como el núcleo de la sociedad (en otros lo es el individuo). El amor y el afecto no se heredan, son una construcción social. Al amor también se le percibe como un invento de la edad media. Para algunos es real, para otro no. Lo cierto es que también hay que saber que estos momentos de separación y enojo entre una familia pueden generar enojos momentáneos que se disipan con el tiempo o con disculpas o heridas que quedan para siempre y se vuelven verdaderos monumentos en el sentimiento. Quizás habría que diferenciar en que estado nos encontramos. En uno donde ciertas personas de nuestra familia nos parece un fiasco por momentos o cuando es un sentir que no perece y por ende es estable. Si es fugaz pues se irá y pasará a otra cosa pero si es constante pareciera un yugo destructor. No podemos cambiar nuestra sangre (en el sentido práctico existen las transfusiones y nos dan sangre de otros pero no hablo en ese sentido) ni a la gente que la genética nos ha colocado. Pero a veces si que se desea encender una discusión con aquella magnánima razón (causal o no, especifica o no, religiosa o no, científica o no) que ha permitido que vivamos este tormento, pero claro según lo que creas sería un debate perdido o una oración que te lleva a un ideal metafísico de resignación y aceptación, al fin y a cabo Dios no se equivoca. Si para ti la teocracia es inexistente entonces el universo o la naturaleza han conspirado negativamente en pos de ti, o ha sido simplemente un hecho al azar de esos que no se eligen ni se escogen, solo se aceptan.A veces, solo a veces, el deseo de muerte supera a las ganas de seguir viviendo así. A veces, en tu propia familia se hallan las razones más grandes para rogar a la providencia un exterminio temprano. Pero luego pasan los días y te das cuenta que aunque pese, se a volviendo más liviano hasta que vuelve a ocurrir otro causal de discordia y recuerdas porque la palabra 'desprecio' existe en el diccionario. Aunque la que ahora está de moda es 'toxicidad'.
A veces la gente más desdeñable, tóxica y desagradable está en la propia familia
Publicado el 08 mayo 2020 por Abvec @abvecA veces el demonio puede venir en forma de tía, primos o abuelos. La familia se concibe según diversos contextos como el núcleo de la sociedad (en otros lo es el individuo). El amor y el afecto no se heredan, son una construcción social. Al amor también se le percibe como un invento de la edad media. Para algunos es real, para otro no. Lo cierto es que también hay que saber que estos momentos de separación y enojo entre una familia pueden generar enojos momentáneos que se disipan con el tiempo o con disculpas o heridas que quedan para siempre y se vuelven verdaderos monumentos en el sentimiento. Quizás habría que diferenciar en que estado nos encontramos. En uno donde ciertas personas de nuestra familia nos parece un fiasco por momentos o cuando es un sentir que no perece y por ende es estable. Si es fugaz pues se irá y pasará a otra cosa pero si es constante pareciera un yugo destructor. No podemos cambiar nuestra sangre (en el sentido práctico existen las transfusiones y nos dan sangre de otros pero no hablo en ese sentido) ni a la gente que la genética nos ha colocado. Pero a veces si que se desea encender una discusión con aquella magnánima razón (causal o no, especifica o no, religiosa o no, científica o no) que ha permitido que vivamos este tormento, pero claro según lo que creas sería un debate perdido o una oración que te lleva a un ideal metafísico de resignación y aceptación, al fin y a cabo Dios no se equivoca. Si para ti la teocracia es inexistente entonces el universo o la naturaleza han conspirado negativamente en pos de ti, o ha sido simplemente un hecho al azar de esos que no se eligen ni se escogen, solo se aceptan.A veces, solo a veces, el deseo de muerte supera a las ganas de seguir viviendo así. A veces, en tu propia familia se hallan las razones más grandes para rogar a la providencia un exterminio temprano. Pero luego pasan los días y te das cuenta que aunque pese, se a volviendo más liviano hasta que vuelve a ocurrir otro causal de discordia y recuerdas porque la palabra 'desprecio' existe en el diccionario. Aunque la que ahora está de moda es 'toxicidad'.