Matías Camuñas.
Durante los días 19, 20 y 21 de febrero estuve en Caracas convocado por la Comisión Presidencial por la Justicia y la Verdad. El viernes 21 grabé un programa en ANTV, Parafraseando con Frasso. Me hospedé en el CEMS y una vez más pude disfrutar de la hospitalidad y la acogida de los hermanos operarios José Gregorio Hernández y Juan Gómez. Así mismo los aspirantes estuvieron atentos y serviciales. Se siente en el CEMS un ambiente de fraternidad y buen compañerismo.
El lugar donde está ubicado el CEMS está que arde. De hecho no pudo el padre José Gregorio llevarme hasta el Metro cuando tenía que ir al centro porque toda la avenida está hasta arriba de guarimbas, de basura quemada… No era posible el tránsito. Después de varios días, el cortar una calle, el impedir a un vecino ir al trabajo o a estudiar, genera una violencia que se va almacenando.No hay guarimbas pacíficas. Y todo eso influye en la postura ideológica de nuestros aspirantes. Las paredes educan, nos decían cuando éramos jóvenes.
Vivimos en Venezuela una situación muy difícil. Hay mucha rabia almacenada, mucho odio y rencor. No resulta fácil la salida. Tal vez falten buenos intermediarios. Aunque las protestas están muy focalizadas. Dos cuadras, lo más tres… y después… parece otro país.
Cuando decimos cese la violencia, construyamos la paz… Falta nos hace.
Han muerto estudiantes jóvenes por armas de fuego. Esto no se puede justificar. Han sido quemados carros de Corpoelec, destruidos autobuses, camiones de refrescos, de Pdval, cercas de los edificios, quemados carros particulares, asaltadas oficinas, escuelas, quemados edificios. Una violencia desatada. En Puerto Ordaz. Me dicen que de la gobernación vinieron las tanquetas.
Toda protesta para que sea válida tiene que darse dentro de la Constitución. Y todo el mundo tiene derecho a protestarpor las cosas que no están bien, por el mal gobierno, por las razones que sean.
Hace menos de un año celebramos elecciones en Venezuela. El proyecto bolivariano ganó 255 alcaldes. La oposición ganó 55. Han sido 19 las elecciones que se han realizado. Creo que en 18 ganó el proyecto.
Lo que no se puede es intentar cambiar un gobierno porque salgan a la calle los que no están de acuerdo. Es más, la Constitución venezolana contempla un punto que en pocas Constituciones a nivel mundial se encuentra y es la figura del revocatorio. A mitad del periodo de mando, el Presidente se presenta al pueblo. “Díganme si quieren que siga o no”. Así lo hizo el presidente Hugo Chávez, que en gloria esté. Y ganó por 6 a 4.
Después de tantas luchas, Venezuela tiene una sólida experiencia en detectar “la guerra sucia”. En el mundo están otros escenarios parecidos donde se ha ensayado “con éxito” estos planes. Recuerdo cómo CNN estaba dirigiéndose al mundo entero y, reloj en mano, contaba los minutos, los segundos que faltaban para el inicio de la “reconquista de la libertad”. Naciones milenarias de cultura e historia- Irak, Libia, ahora Siria, antes Panamá y un largo etcétera de invasiones de Estados Unidos…
En nombre, eso sí, en nombre de la libertad “Tío Caimán…”. A la hora fijada, ni un minuto atrás, el primero de los miles de bombazos contra un pueblo inocente.
En estos días ha sido detenido en Aragua un mercenario llegado del Oriente
Medio, especializado en preparar carros bomba. Se ha detectado unas bandas de paracos-narcos muy cercanos y afines al expresidente Álvaro Uribe.
Con todo esto la gente se está dando cuenta de que lo que estamos viviendo no es una lucha de estudiantes. Que hay muchos infiltrados con un altísimo grado de violencia. Cuando pedimos la paz, cuando desde la Iglesia celebramos la misa por la paz, estamos diciendo que toda protesta debe estar centrada en el respeto a la Constitución.
Hoy es la hora de la mediación. Y de fortalecer los proyectos sociales. De limpiar las calles, de dialogar, de ponernos en encuentro porque todos nos necesitamos. Hay buenos ejemplos. El presidente Nicolás Maduro vio que un general del Sebin no había cumplido sus órdenes y le destituyó. Hoy está preso el comisario Melvin Eduardo Collazo Rangel, de quien se presume disparó y mató al joven estudiante de Mercadeo Bassil Alejandro, de 24 años. Parece ser que también disparó contra Juancho Montoya, un chavista que andaba a su aire. Han encontrado a dos policías de Chacao presuntos responsables de la muerte de un joven, y ya han sido puestos a la orden de la Fiscalía. Ya se sabe quién es el tipo de camisa color caqui que andaba disprando y lo están buscando. Hoy se está pidiendo la disolución del Sebin. Y otra cosa,, hay que mirar las fotos y observarlas despacio porque varias de ellas no son de Venezuela. Es una pequeña parte de la guerra sucia.
Nosotros, a nivel de Iglesia, desde la observación y el respeto por la Constitución, repito lo de siempre: volver a Jesús, ese mismo Jesús que estaba en Galilea, que era amigo de los más pobres, de los leprosos, los tullidos, de los humillados. Solo llenos de humildad y sencillez podremos ofrecer algo de paz, de mediación, de tolerancia. No somos más que nadie, por el hecho de ser sacerdotes, obispo o tengamos otra misión. Solo Jesús es el Señor.
Estar muy cerca del pueblo, acompañarle en procesos como este, en procesos difíciles, aprender de la comunidad, de su organización, de su largo tiempo de saber esperar. Y que sea la Constitución la que nos rija. Porque si no es así, caemos en la anarquía salvaje.
Pedimos al Señor de la Misericordia y de la Justicia, al que se hizo solidaridad que nos acompañe y a su Madre Santísima, la Inmaculada Concepción, patrona de la Diócesis, Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, que nos ilumine para saber estar muy cerca de quien más nos necesita.
En unos días iremos a la parroquia San Juan Bosco, a concelebrar con los
salesianos y con su comunidad. El padre Plaza (79 años) y el hermano Sánchez (de 84) fueron salvajemente asesinados por dos adolescentes, creemos que estamos llenos de droga. Otro sacerdote, David, el que recibió a Matiítas en la Casa Don Bosco de Valencia, fue herido cuando intentó defender a sus hermanos.
La otra noticia, muy confusa, es la muerte de varios hombres en el pueblo de El Callao en enfrentamiento con el ejército. No se sabe cuántos. Dicen que 20, que 30… Uno de los caídos era “El Viejo”, feligrés de El Mangal, célebre por las muertes que tenía a sus espaldas. Una muerte igual que la vida que llevaba. No sabemos el número exacto porque varios de ellos cayeron al río, lleno de pirañas y muchas familias no se atreven a dar la cara por ellos. Es la confesión que ayer le daba una viuda a la señora María. Un dolor inmenso.
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Parroquia San Buenaventura / Edo. Bolívar