A vuelapluma (V) parte V, el desenlace...

Publicado el 21 junio 2011 por Eloidodelmundo
Y por fin llegamos al final de esta historia, espero no haberos hecho esperar demasiado! Bueno, no me entretengo ni os entretengo más....
Los primeros rayos del día me hicieron entreabrir los ojos con dificultad. Un bostezo asomó a mi boca todavía seca por la gran cantidad de alcohol ingerida durante aquella interminable noche.Sacudí la cabeza atontado por la resaca, aunque esa desorientación no pudo impedir que mis pensamientos se centraran de nuevo en el periódico. Salté de la cama tan rápido como mi lamentable estado me permitió y corrí hacía la puerta. Mi mano temblorosa asio el pomo al tiempo que un martilleo infernal se cebaba con mi cabeza. Salí al jardín y dirigí la vista a la casa de Mark. Su coche no estaba, ya se había marchado; probablemente ya estará muerto o algo peor, quizás rezando por su alma mientras su avión se precipitaba al vacio envuelto en las llamas de sus motores, como si de un gran proyectil ígneo se tratara. Tal vez todavía no había ocurrido nada y Mark viajaba tranquilo y confiado, ajeno al terrible desenlace que el destino le tenía preparado y yo me había empeñado en respetar.
Un sentimiento de culpa comenzó a revolotear sobre mis hombros. Algo en lo más profundo de mi alma, un embrión llamado remordimiento se gestaba sin cordón umbilical, tan solo alimentándose de mi pesar. De cualquier modo ¿quién era yo para cambiar el futuro? me dije al tiempo que una sonrisa sarcástica asomaba a mi rostro.
El periódico seguía sobre la mesa. Parecía tener vida, me invitaba a abrirlo. Podía sentir en mi interior cómo se apoderaba de mí. Esperaba pacientemente ser leído y desvelarme el futuro, y yo no estaba dispuesto a esperar ni un solo minuto más. Me senté de nuevo en mi sillón favorito y mi mirada se desplazó con rapidez a lo largo de la maraña de noticias que de nuevo poblaban la primera página. Tenía el convencimiento de que encontraría alguna noticia relacionada con el accidente, es más, me consumía el deseo de encontrarla. Vagaba a través de las páginas pero mi frustración aumentaba al no encontrar lo que tanto ansiaba. Accidentes de tráfico, mucha política (la cual no me interesaba demasiado), resultados deportivos y de juegos de azar, pero nada del suceso en cuestión.
Tal vez le contara a alguien lo sucedido. No creía posible poder digerir en soledad mis actos. Kevin podría ser mi confesor, de hecho lo llevaba siendo desde que por primera vez entrara en su bar haría ya unos cinco años. Soportaba mis borracheras esporádicas y mis improperios etílicos, la mayoría de ellos destinados a Mark (cosa que ya no iba a ocurrir). Si, Kevin sería el elegido.
Entonces la ví. Se escondía en la esquina inferior derecha de la quinta página. Mi corazón se volvió loco, las pulsaciones se dispararon...
El accidente de Lima continua atrayendo desgracias
Ayer fue encontrado el cuerpo sin vida de Frank Davids, vecino y amigo de la infancia del también tristemente fallecido en el siniestro aéreo de Lima, Mark Woods. Al parecer el señor Woods y el señor Davids se conocían desde que solo eran unos crios, compartiendo universidad y cursando ambos los mismos estudios aunque con diferentes resultados. Además de todo ello, actualmente residian en la misma calle, en definitiva, vidas ligadas y tristemente muertes ligadas también.
Según fuentes policiales, se ha hallado una nota donde el señor Davids explicaba con pocas palabras que no podía soportar la carga que le ocasionaba la muerte de su amigo y vecino. Una explicación un tanto extraña y un bello gesto (aunque inútil) que solo pasa a engrosar la lista de bajas que el accidente aéreo de Lima nos ha dejado hasta hoy.

Levanté la vista muy despacio al tiempo que ese atisbo de culpabilidad que había notado crecer en mí comenzaba a engullir mi alma. El sentimiento que describía en mi futura carta de despedida era ya tan diáfano como terrible.Comprendí al mismo tiempo las palabras del hombrecillo de la tienda además de otras muchas cosas que me había planteado la noche anterior. Sentí miedo. No, senti pavor...
Todos estos acontecimientos me han traido hasta aquí, la mesa de mi escritorio, donde ahora mismo termino de escribir estas lineas mientras el cañon de mi pistola acaricia mi garganta.
De todos modos, ¿quién soy yo para cambiar el futuro...?
fin
Bueno, hasta aquí mi relato en fascículos! espero que os haya gustado.
Sed felices...