A vueltas con el estilo

Publicado el 26 febrero 2016 por Confiesa

     Una semana más me permito rescatar el editorial que ayer escribí para "El Penalti", un programa del que me siento muy orgulloso de formar parte.
                            A VUELTAS CON EL ESTILO
       A algunos se les llena la boca hablando de aquel estilo del Barça cuando se pasaron años criticándolo.
Muchos de los que defendían otro estilo, el de correr y robar, ahora se pònen exquisitos, se disfrazan de periodistas honrados (aunque se les asoma la bufanda por la camisa) y se atreven a criticar el nuevo estilo.
Algunos de los que defendian a Mourinho y que hasta le dieron su apoyo público en su agresión a Tito, esos que defendían el barriobajerismo y la lucha en el barro, cuando aquel estilo culé era el santo y seña de la casa, ahora  se escandalizan  vestidos de plañidera por un gol al contraataque, y criminalizan el buen fútbol tan solo por despecho.
Llevan una liga de 7 y parece fácil que nosotros alcancemos la sexta de 8 en ese mismo período, y necesitan justificar cada campaña, cada cambio de ciclo que nunca  llegó a producirse, cada programa rindendo culto a un dios llamado villarato que ellos mismos inventaron , explicitando el más leve error favorable al Barça y escondiendo las imágenes que los dejarían con la ropa interior por los suelos y la cámara enfocada por detrás.
Se niegan a aceptar que la filosofía es la misma pero que se han modificado(para mejorar) algunos hábitos, que el espíritu es el mismo aunque los matices lo hagan mucho más práctico.
Y prefieren mentir(que esta en su ADN) hablando de tonos despectivos en su contra los que viven precisamente del desprecio, y son capaces de  minusvalorar el futbol de Pep y de aquel Barça porque con Xavi e Iniesta cualquiera es capaz de hacerlo, algo tan absurdo como pensar que cualquiera de nosotros sabríamos dirigir a la sinfónica de Viena gracias a la calidad de los músicos y a la claridad de las partituras.
Son como un triste homenaje a la simpleza, viven en un permanente  “sostenella y no enmendalla”,  una oda al “calumnia que algo queda” porque  saben que es mucho más facil engañar a la gente que conseguir convencerla de que la han engañado.
Y ellos en engañar tienen varios cum laude.