Por: José Ignacio Torreblanca | 09 de febrero de 2015, “Café Steiner”
Todos tenemos simpatía por el sufrimiento del pueblo griego, pero por eso es legítimo preguntarse si Alexis Tsipras está acertando en su estrategia y si esa estrategia contribuirá a aliviar o a empeorar la situación de los griegos.
No se puede negociar desde la soberanía y el victimismo: porque ni Grecia es soberana para hacer lo que quiera (y ese es exactamente el problema y la condición de partida del problema y de su solución), ni tampoco es una víctima (si por eso se entiende que no tiene absolutamente ninguna responsabilidad en su situación).
La culpa, como la soberanía, está repartida así que lo que no tiene sentido es el doble juego que Tsipras sostiene: no quiero seguir pagando, dice, ni tampoco negociar las reformas que voy a hacer, pero mientras tanto solicita un crédito-puente. ¿Con cargo a qué?
El euro estaba mal diseñado, sí, y la Troika ha cometido muchos errores. Pero esos errores palidecen comparados con los cometidos por los propios griegos desde su adhesión a la Unión Europea, que a decir de muchos ya fue una inmensa estafa en cuanto al cumplimiento de los criterios de adhesión, algo que se prolongó posteriormente. Todos hemos cometido errores en esta crisis, y estamos intentando solucionarlos juntos, porque somos interdependientes y tenemos un proyecto común. A quien Grecia debe una gran parte del dinero no es a unos malvados mercados, sino a gente, como nosotros, que de buena fe ha intentado ayudarles.”…“Editorial
El efecto Syriza y la ley de Murphy
11/02/2015
El impulsor de la Alianza contra la Austeridad, Paul Murphy, se trasladó a Grecia, donde la noche de la victoria de Syriza vivió una
(De “El Imparcial”)
…
La verdad es que escuchando y leyendo las soflamas de los líderes del partido gobernante en esa nación del Peleponeso, uno parece estar asistiendo a una especie de neo-estalinismo revestido de ribetes trotskistas, y a una demagogia extraña en los actuales tiempos, máxime en una nación integrada en la Unión Europea.
Pero la realidad es que Grecia ha sido, es, y probablemente será, un país especial y original, ya que siendo la cuna de la democracia, parece que se ha convertido en la “cuña” de la democracia, con el anuncio de utópicas medidas de protección a los desalojados, de reinserción de los marginados, de auxilio a los arruinados, y todo ello a base de (según se dice) no permitir más intromisiones controladoras de la “troika” de la Unión Europea, el Banco Central
Ha venido pareciendo que si los actuales gobernantes griegos lograban sus propósitos, se desencadenaría una revolución en Europa, y a ello se han acogido, tratando de explotarlo, movimientos similares, como el español de P(j)odemos.
Ahora bien, en su periplo por la Unión Europea para intentar “vender” su utopía, los dirigentes de Atenas se han topado con la incontestable lógica y exigencia de los organismos a quienes casi engañaron solicitando fondos de rescate que no van a poder reintegrar por mor
Los de Xyriza vienen a decir que ellos no han creado la actual situación, y que por tanto no tienen por qué soportar sus consecuencias, así que “reclamen” al “maestro armero” (es un decir), olvidando que una de las esencias de la estabilidad económica mundial radica en el respeto a los compromisos adquiridos por gobiernos anteriores, cualquiera que hubiera sido su signo.
Vamos a ver qué acontece, pero es de prever que, de una u otra manera, los griegos y su gobierno no van a tener más remedio que agachar un poco la cerviz y comenzar a cumplir los compromisos adquiridos, aunque les resulten endulzados o suavizados en aras a la solución del problema. Que héroes que hagan la maratón solamente hubo uno y ya se sabe que murió en llegando a la meta, aunque previamente se hubiera ganado la batalla de las Termópilas.
Todo ello viene también a cuento respecto de las idealistas y utópicas metas que se vienen marcando en nuestro país los de P(j)odemos, que casi acaban de entrar en política y ya actúan de prepotentes, mientras se ven inmersos en suciedades de posibles fraudes fiscales, dineros perdidos, apoyos a procesos nada democráticos, adornado todo ello de unas formas asamblearias que denotan falta de programa y sobra de ambición oculta, bajo las faldas de unas universidades de falsa progresía y unos profesores abusones de ellas y contaminantes
Ya veremos si el votante español, que al fin y a la postre suele ser más sensato de lo que parece, da a estos iluminados de aquí el apoyo que el pueblo dio a los ”illuminati” de Grecia.
Es de esperar que no acontezca así, porque, de una u otra manera, las gentes, por muy molestas que estén, siguen recelando de tan maravillosas e ideales promesas de mejora social y democrática, que quiebran a la hora de plasmarse en concretas acciones de gobierno.
Lo decía un viejo amigo que tuve años ha, muy marinero él, y más realista e irónico aún: “Pescados son los del cesto; porque los del mar son peces”.
“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”.- Eduardo Galeano (1940-?) Escritor y periodista uruguayo.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA