Ando aún con el número de febrero de la Revista de Occidente. Un número monográfico sobre la Bauhaus con un primer ensayo de Fernando Castro Flórez, irregular pero con este párrafo impagable, pensando en los movimientos que buscan ocupar el espacio público: "Hace cuatro décadas Bruno Zevi apunto que «la
participación se convierte en un slogan» y en nuestra empantanada época, cuando
la palabra «empoderamiento» no significa otra cosa que la decisión de okupar un
espacio, el participacionismo está siendo sometido a ácidas críticas incluso
por algunos de sus vertiginosos practicantes. Markus Miessen no duda en
advertir en La pesadilla de la Participación (2010) que en muchas prácticas
aparentemente «outsiders» o retóricamente transdisciplinares lo que late es el
más descarado de los oportunismos"