En el manejo de las cifras de paro no es descartable que se produzcan acciones de maquillaje para reducirlas, mermando cifras de población, que disminuyan tasas de actividad o activos, -hoy ya nuevamente por debajo del 60%, e históricamente por debajo de la media europea-, y como consecuencia de ello se reducirían el número de parados, y no por aumentar los puestos de trabajo. Las dos vías para conseguirlo serían:
1) Por el aumento de los desanimados, gente que ya no espera nada y se retira del mercado de trabajo reduciendo la cifra de activos y por tanto parados. A pesar de que existe una parte de desanimados que simplemente viviendo las dificultades se apartan del mercado, también es posible influir mediante campañas, por ejemplo, apartando a las mujeres del mercado, volviéndolas al hogar, ‘desanimando políticamente’ a familiares de empresarios, pymes y autónomos para que no se apunten/identifiquen como parados –no lo duden, ya se ha hecho desde opciones derechistas-.
2) Disminuir cifras totales de población por el aumento de emigración, impulsando salidas al exterior de decenas de miles de españoles que buscan rentabilizar estudios en otros países –despilfarro económico para España que regala un capital humano a otros, después de haber invertido en su formación- y también por regreso a sus países de origen de extranjeros que vinieron en su día y que se está produciendo, aunque su resultado no vuelca inmediatamente en cifras de censos, empadronamiento, etc. en donde se reflejarán con cierto retraso.
Pero además de lo anterior han debido existir otras vías de escape de manera tradicional. Quizás debamos cuestionarnos seriamente los números y la organización social. Si los procesos estadísticos son similares en todos los países, si están homogeneizados los conceptos, los métodos de análisis y toma de datos, habría que plantearse ¿qué nos hace aparecer tan diferentes en la foto, por qué doblamos habitualmente las tasas de paro de otros países? Las diferencias continuadas en las cifras pueden encontrar alguna explicación en la economía sumergida.
(Tomado de ‘El trabajo no declarado en España’ nº 45, Estudios, Fundación 1º de Mayo, CCOO)