Hola amigos,
La curiosidad brasileira que, por mor de la globalización, quiero presentaros en este momento, va a darnos una clara y excelente muestra que nos ayudará y guiará a la hora de crear y diseñar nuestros productos de éxito, con vistas a la comercialización.
Así mismo comprobaréis lo importante y definitivo que resulta, en lo que a la valoración económica de ese bien de consumo se refiere, tener un nombre e imagen de país que, por obra y gracia de su historia a lo largo de los siglos y la posición que ocupa en el actual marco internacional, le a convertido en un referente a imitar, no solo por los demás países en vías de desarrollo, sino también por los países más desarrollados y que han encontrado en él un ejemplo más que válido a tener en cuenta para adoptar en su modelo de desarrollo.
Como seguro que habéis adivinado, Brasil es el país al que me estoy refiriendo, un paraíso de tamaño continental, que actúa como uno de los climatizadores del planeta y reservas del ecosistema mundial.
Pues bien, una vez situados en Brasil, con los oídos atentos a los diferentes ritmos medio africanos que, a cada momento, te asaltan en cualquier rincón del país, descubriremos que si miramos a los pies de sus habitantes, una gran mayoría, usa la socorrida y cómoda havaianas. Unas sandalias o chinelas que en nuestra cultura occidental únicamente son usadas para evitar coger hongos en la piscina, o en la playa.
Sin embargo aquí en Brasil es el calzado más común y que es usado por una gran mayoría de personas.
Por supuesto no digo que Dilma Rouseff calce chinelas en sus reuniones, claro que es necesaria una compostura y cierta etiqueta, aunque seguro que siendo más joven sí las ha usado. Eso por no hablar del momento de la ducha.
Hablando de chinelas, es de ellas en dónde quiero situarme para mostraros la curiosidad y la importancia de la marca en cualquier producto, en este caso Brasil.
Si seguís mis blogs, concretamente Mascotas do Brasil, seguro que conoceréis a mi más reciente adopción de nombre Pinchi.
Pues bien.
A lo que iba es que el citado Pinscher Miniatura, como todos los cachorros, más aun de esta raza, en su lógica etapa de travesuras y fortalecimiento mandibular, ya cuenta con varios zapatos destrozados y, como es normal, el calzado de su amo es lo que más le gusta, igual que a mi gato Panchito, otra de las mascota. Entonces decía que, como me había destrozado las havaianas de 25 R$ en Buzios-Río de Janeiro, éstas...
tuve que comprar otras, éstas...
Aquí es dónde el diseño cuenta porque, aunque sean de la misma marca, Havaianas, la indicación del color carioca hacen que prácticamente tripliquen su precio.
La única diferencia de los dos pares de chinelas, es que las baratas no tienen las rayas amarillas que circundan toda su borde.
Desconozco si la franja amarillas, en realidad, tiene alguna utilidad estructural, que podría ser, pero la impresión que le da a cualquiera que repare en ella, es que su función, al menos eso aparenta, solamente es estética y diferenciadora de nivel social.
Exactamente la misma función y diferenciación clasista que otorga el caimán que amenaza nuestros pezones bajo los polos de Lacoste.
¡Salud y Suerte!