Para los que los pasaremos estas goriosas y gozosas semanas leyendo y para los que aún no se deciden, aquí están las reglas de oro:
Maniobras y consejos útiles para leer en vacaciones1. Leer en la playa
No es un secreto universalmente conocido que el peor enemigo del papel es el agua y la arena, y ni los lectores electrónicos se salvan (morirían en un pis pas) Porque mientras intentamos entornar con fervor los ojos hacia las hojas, los ojos no pueden evitar ladearse ambidireccionalmente hacia cierto espécimen masculino (o en su defecto femenino) que pasea tus doradas o quemadas carnes frente a nuestros ojos. Que nadie te engañe, no hay nada más sexy que un chico o chica leyendo fervorosamente, con el libro en cuestión tapando el topless. Atraerás miradas y todos se preguntarán qué es lo que lees, que es tan interesante. Ahí queda la idea.
Recomendación:
Novela Juvenil fantástica de Turno
Si el personaje masculino de la novela vacacional, está buenorro, tendrás suficiente contentillo mientras dura el libro y mientras flota sin ropa en tu mente (con el exceso de calor las neuronas estarán tan anestesiadas que no trabajan bien) mientras el nuevo galán del siguiente libro espera fervientemente que lo descubras. Si no es santo de tu devoción y clara y llanamente has perdido la fe, siempre puedes recordar a chicos memorables:
Para las más dulcoradas: "Caralimón" "el mencionado Edy
Para las más decepcionadas:
Y no lo olvides, usa bloqueador, no querrás parecer un camarón rojo como la sangre al llegar a casa (o en su defecto una tostada muy muy quemada)
2. Leer en la nieve
Como el calor mata, estresa, aburre y demás efectos negativos, la nieve es el mejor remedio para combatir esos odiosos y ociosos días de verano y la mejor excusa para no pisar el exterior. No es raro irse a vacacionar enfundado en kilos y metros de tela para estar calentito, no hay nada mejor que un buen libro para que vuestra imaginación se encargue de calentar todo lo calentable (también aplica el chocolate caliente, unas brasas ardiendo para los más radicales) Lo más seguro es quedarse adentro del refugio, metido entre las sábanas disfrutando de las lectura, mientras los tontos que están afuera se mueren de frío y se les congelan las narices (insertar muahaha malvado aquí)
RecomendaciónNovela romántica adulta
El personaje masculino de la novela romántica adulta tiene un 90% más de rudeza, dulzura e inteligencia que el protagonista juvenil promedio, y un 1000% comprobado más de pechos desnudos al viento y masculinidad para las damas lectoras. No se puede evitar asociar la portada con el contenido de la novela, pero en la mayoría hay cuero, caras calientonas y barras de chocolate everywhere. Aquí, el ejemplar magnánimo y cortar y pegar en su cara otras facciones mas o menos sexies:
Y no olvides, el frío también quema, pero lo peor que te puede pasar es perder los dedos cuando ya estén azules por olvidar ponerte las medias por andar mirando a Fabio (es vuestra absoluta culpa)
3. Leer en la montaña
La naturaleza es bonita, y corretear por ahí con una maleta el doble de tu peso por escarpadas rocas y lugares donde quien sabe quién ha estado, es la mejor forma de vacacionar. Como en medio del viento de la montaña, los sentidos se agudizan, la lucha por sobrevivir ante los posibles hombres lobo, vampiros, zombies, aliens y demás chusma sobrenatural es indispensable, la mejor forma de combatir contra ellos es armarse con una super carpa y meterse dentro con una linterna o lampara de gas, a leer historias que hacen helar la sangre. Lo mejor sería no ir solo, para poder acuchar algo mientras se grita descontroladamente. Pero descuida, si no tienes a nadie, un peluche de oso o conejo son muy buena opción.
RecomendaciónNovela de terror
Admitamos la tragedia, en esta novela no hay galán de turno, pero sí está el malo demasiado malo que quiere matar a lo que se le cruce por delante, entonces lo que debemos hacer es enviarle toda nuestra energía positiva al bueno que quiere salvar el mundo (no hay un malo sin un bueno) y ponerle cierres de seguridad a la carpa porque el frio y el miedo son grandes amigos que te pueden molestar en una tranquila noche de lectura. Porque los que dan miedo de verdad están casi extintos:
Y no olvides llevar lo indispensable para sobrevivir, pero, si un hombre lobo salvaje apareciera, bien podrías decirle que se busque una chica humana y protagonice un amorío juvenil que su madre en las tardes de costura podría escribir.
En fin, no debemos temer a las chifladuras ni los silbidos de los demás si te ven con un libro en las manos en vacaciones, en el mundo pululan los yao mings que no pasarían los ojos por unas hojitas entintadas, y dicen "no lo leerá ni su madre" o "leer es para ñoños", pero no saben las maravillas que se esconden tras las tapitas duras y blandas de los libros: buenorros y guaperas azucarados, caballeros con capa corta y espada rota, protagonistas lloronas y sosaínas y malos malísimos que no dan miedo. Creo que ya se entendió el punto. No pretendo moralizar, es un chiste malo que me acabo de inventar.