ABC #3: Cómo superar un libro malo

Publicado el 02 diciembre 2011 por Nina @NinaRapsodia
Hace años que esta sección esperaba un cariñito. Tengo muchas ideas en la cabeza, pero deben comprender que éstas afloran muy de vez en cuando y puedo traerlos algo por lo menos no tan cutre. Porque estoy de buenas, porque ahora mismo tengo tiempo para pensar con claridad y que pronto estaré ocupada y estresada. Ahora si, saco las ideas de mi libreta y empiezo la perorata:
Hace mucho que no me desahogaba tanto y tan bien. Avisados quedan todos.
Instrucciones básicas para superar un bodriolibro en HD*Modo Invitados especiales ON*
Todos hemos atravesado una crisis librera. Porque nos caen bodrios tras bodrios: Infumables odiosos, terribles, insufribles que dan ganas de tirarlos por la ventana y desear que no le caiga a un adorable conejo. Hay veces que es tan difícil superar esos tostones con hojas que empiezas a perder las esperanzas y a plantearte la posibilidad de que has perdido miles de neuronas en el proceso de lectura. Vemos un panorama tan negro como el pelo de Blancanieves.
Pero, siempre hay alguien que te puede salvar de una terrible hemorraiga cerebral post-bodrio:

Nosotros, las víctimas de tales abusos libracos solemos lucir así:

Si sobrevivimos la intimidación del doctor cara-rasguño, el nos dará un largo discurso sobre los peligros del Virus del Pan, nos dará unos tips bastantes útiles que siempre nos ayudarán a recuperar la salud luego de un ataque tan drástico a nuestra mente lectora.
Diagnóstico:
1. Queme o venda los horrores
Desgraciadamente hay que eliminar lo que causa dolor. Ese muñeco roto, ese papel de chocolatina del mes pasado, ese computador sin Internet y ese libro o libros que te causó tantos traumas. En mi caso son, digamos bastantes (curiosamente todos juveniles), y tantos criminales tiene que huir de mi antes de que les prenda fuego. Puedes venderlos a algún amigo, esperando que al menos le gusten. Hay opciones más lógicas y muy muy ortodoxas: Unas cuantas explosiones y un Yao Ming con cara de mala leche
¡Nadie os va a extrañar, tranquilos!

2. Recuerde glorias pasadas
Hay muchas cosas hermosas en el mundo. Perros, paisajes y libros maravillosos también. Todo lo malo también trae lo bueno. Recordar lo que te hizo sentir tal y cuál libro seguramente ayudará a pasar un poco el shock y recuperar la salud mental. Porque si elegiste un libro y te gustó mucho es una maravilla, la clave es no dejarse afectar por libros bodrios que salen porque el autor no sabemos que se fumó...

3. Sea positivo
Tal vez lo que esté por llegar no este tan mal. Tal vez el mañana le traiga cosas positivas en el ámbito lector. No hay que perder las esperanzas tan rápidamente: solo pasee por las librerías y observe las portadas de las novedades y libros clásicos (como no) Elija una, cotillee la sinopsis y si la sinopsis trae las siguientes palabras "acaba de perder a sus padres" "chico guapo y misterioso" "amor peligroso" tenga cuidado y devuelva el libro rápidamente a la estantería antes de que la tentación le gane: Existe la posibilidad de estar ante un bodrio potencial

4. Cierre los ojos y la mano al tarro
Hay que sacrificarse. Si realmente deseas rehabilitarte y volver a confiar en las lecturas, debes meterte la mano al bolsillo y sacrificar tu cerdito. Hay muchas posibilidades libreras pululando por ahí, y lo único que debes hacer es despertar tu instinto y elegir a conciencia el libro que quieres. Nada de dejarse llevar por portadas lindas y chicos buenorros. Recuerda y concéntrate, hay tres factores esenciales: Portada, sinopsis y precio. ¡Hala! pero mira esa portada tan colorida de allí....

5. Veredicto
Ya lo has logrado, has pasado todas las pruebas para volver a confiar en tus lecturas. Existen millones de libros, millones de autores y millones de libros que valen la pena. Entonces no hay que perder la esperanza: Dejarle los bodrios a los lectores incautos e ingenuos, saltarse las protagonistas idiotas e historias insípidas, y ser más astuto al escoger tus lecturas. Jamás olvides lo que has aprendido.

Y ahora que aun convaleces, recupera las fuerzas y obedece:

No pierdas tiempo: Toma el marcapáginas, la lámpara, la silla y el juego de uva y aventúrate de nuevo en la lectura: