En casa, entre los sienes y sienes de coches que tenemos, hay uno especialmente molesto. Tiene una sirena encima que, por suerte para todos no hace ruido, pero cuando le das al botón, empieza a hacer una luz intermitente azul y roja que no puedes parar a tu antojo. Hace poco mi pequeña foquita la descubrió y se pasó una tarde entera dándole al botoncito. En estas que mi marido dice:
- Jo, si que dura esta lucecita de las narices...
A lo que yo le respondo:
- Sí. Exactamente tres minutos.
Al pobre le dio la risa floja y no pudo parar en más o menos tres minutos. Cuando pudo hablar me dijo:
- Realmente, necesitas desconectar