Abecedario

Por Jimalegrias

Aprender cada nueva mañana a distinguir lo fundamental de lo prescindible no es fácil entre tanta bruma, pero la opción más sensata es intentarlo siempre con disciplinada perseverancia.
Buscaste un sentido, una dirección, cubrir tu huella, construirte con lo que perseguías, habitar una vida que te excedía... pero a menudo te dabas de bruces contra el muro, tú mism@, ese continente limitador que te contenía, así que ¡sáltate de vez en cuando sin miedo y sin red para volver a sorprenderte!
Comer no siempre es fácil aunque se tenga hambre. Recuerda que amar tampoco, aunque se tengan ganas de querer.
CHispean ante tus ojos los días, las miradas, las luces y las palabras, y cada vez sus ritmos son más vertiginosos y fugaces(o esa es la sensación que últimamente tienes, ¿verdad?). Pero si te sientas de vez en cuando a observar a las cosas y a las personas a tu alrededor, el mundo se ralentiza y es todo mucho mejor.
Dudas, dudas, dudas... pero no olvides que te hacen crecer si les echas el lazo y las domesticas.
Equivocarse algunas veces en el largo trayecto de la vida es algo común. Lo que no es de sentido común es equivocarse siempre, una y otra vez, en lo mismo. Errar, y no herrar, That is the question!!!
Flaco favor le harás a los demás si no te gustas o quieres lo suficiente a ti mismo, aunque no vayas a la moda ni seas muy alto o tengas la piel de la frente grasa y las ojeras marcadas.
Ganar o perder no es tan importante como hacerlo con la suficiente dignidad para mantener la cabeza alta y la mirada limpia. Dormir bien y de un tirón es lo fundamental.
Herman Hesse, autor muy leído en mi primera juventud(estoy en la segunda), escribió algo que merece la pena recordar ahora que estamos en la H, como en Barrio Sésamo:
«Acostumbramos a trazar límites demasiado estrechos a nuestra personalidad. Consideramos que solamente pertenece a nuestra persona lo que reconocemos como individual y diferenciador. Pero cada uno de nosotros está constituido por la totalidad del mundo; y así como llevamos en nuestro cuerpo la trayectoria de la evolución hasta el pez y aún más allá, así llevamos en el alma todo lo que desde un principio ha vivido en las almas humanas. Todos los dioses y demonios que han existido, ya sea entre los griegos, chinos o cafres, existen en nosotros como posibilidades, deseos y soluciones. Si el género humano se extinguiera con la sola excepción de un niño medianamente inteligente, sin ninguna educación, este niño volvería a descubrir el curso de todas las cosas y sabría producir de nuevo dioses, demonios, paraísos, prohibiciones, mandamientos y Viejos y Nuevos Testamentos.»
Iman Maleki es el pintor iraní del cuadro de arriba y el motivo inspirador de este abecedario. Aprovecho esta I para Informaros de que la CH y la LL son dígrafos que ya no se incluyen en el alfabeto español desde 1994, pero que a mí me gustan especialmente y por eso los rescato del baúl de las letras perdidas.
Jugar como niños continúa siendo importante para desaprender un poco a ser esos serios, pesados y grises adultos cargados de desesperanza y responsabilidades con que la vida se empeña en convertirnos.
Kilos de amigos, besos, películas, palabras, cafés... son los mejores bálsamos contra los callejones sin salida que se levantan ante nosotros de vez en cuando. Kilos, kilos y kilos. Y un buen colchón, nada de los Restforms de Teletienda.
Los domingos por la mañana son muy buenos para flexibilizar las articulaciones, desenlutar superficies, calcular volúmenes. Días para el amor y su gimnasia y para desayunar después tostadas untadas de mermelada de albaricoque y comerse a cucharadas el Colacao.
LLueve y tengo mi único paraguas en el coche. Sin quererlo, acabo de hacer un buen resumen de mi vida en solamente nueve palabras.
Mi Mamá Me Mima. Monterrey es la cafetería donde se hacen los mejores cafés de Coruña. Moon, de Duncan Jones, una gran película de Ciencia Ficción que te deja muy mal cuerpo. Mira muy dentro de ti y me verás a mí. Y al revés. O a lo mejor no, pero casi.
No os llevéis el trabajo a casa, sobre todo si trabajáis en una funeraria. Tampoco os llevéis los libros de las bibliotecas para subrayar, que son de todos. La civilización y la democracia liberal se construyen a base de estas pequeñas cosas.
Ñaca, ñaca, ñaca... (imaginaros El Comecocos y los fantasmas detrás).
Os recomiendo encarecidamente que no os toméis al pie de la letra este abecedario ni ningún otro de esos doctrinarios de autoayuda que convierten en millonarios a sus escribientes. Sólo es producto de mi imaginación y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Y además su parcial ingestión puede producir disminución del apetito, insomnio, visión borrosa, sequedad de la boca, ganancia de peso, irritabilidad emocional, anorgasmia...
Persona precavida vale por dos. Honey Leveen, por ejemplo, de Arkansas, a pesar de ser todavía muy joven, ya ha elegido la caja, música y menú de su funeral. Quiere que la velen en un parque y que no sea muy triste. Aprendamos todos de Honey.
Que nos demos pronto cuenta que armados con sonrisas y buenas palabras casi todo siempre es mejor y el sol brilla durante más tiempo dentro y fuera, y el azul es más azul, y hasta la primavera llega antes. Y que desesperarse continuamente por casi nada, no conduce a ningún sitio bueno o, por lo menos, recomendable para visitas.
Rescatarse del pasado- con sus alegrías y tristezas, aciertos y equivocaciones...- es una buena maniobra para ubicarse sólidamente en el presente.
Ser feliz está bien. Pero mejor y más fácil en plural, ¿no?.
Teresa, mi ahijada, ¡muchas felicidades!. Ayer fue tu cumpleaños. No pude ir, pero tengo un regalo que esta semana te está esperando.
Un buen libro siempre ayuda a dormir, a protegerse de la lluvia en un café, a ver mejor a los demás y a uno mismo, a soñar despierto, a observar en relieve el mundo que los no lectores suelen ver en plano... y con los libros malos siempre podemos calzar mesas o sillas cojas. O sea, que siempre resultan una buena inversión.
Vivir es un riesgo del copón. Al final hasta te mueres y todo, por muy calculadores y precavidos que seáis, así que ¡a disfrutar mientras tanto y no tengáis miedo a los microorganismos que se pueden encontrar en las cucharas mal lavadas de los restaurantes baratos!
Valorar las pequeñas cosas, que son las que más grandes se harán con el tiempo.
We are the world, we are the children. ¡Qué pegadizas son algunas canciones, que aunque no te gusten no te las puedes sacar de la cabeza! Pasa como con el Pralín, que no podías dejar de untarlo o comerlo a cucharadas... ¿con qué demonios harán estas cosas?
Xd. Odio la escritura sms.
Ya veréis como, pese a todo, las cosas siempre acaban mejorando un poco, sobre todo cuando menos uno se lo espera. Aunque es cierto que hay que hacer lo posible por estar ahí, en en lugar y momento adecuados, cuando eso suceda y se alineen los astros para nosotros.
Zas! y se acabó.
Saludos de Jim a tod@s y disculpad la aparente profundidad, que es sólo eso: aparente.