Paul Biegler, abogado de profesión, acepta llevar un difícil caso: un hombre, militar de profesión para más señas, mata a tiros al agresor sexual de su esposa, la exhuberante Laura Manion. Paul será el encargado de defenderlo, una tareaz nada fácil. ¿Por qué? Os estaréis preguntando. Bien, el homicida actuó más de una hora después de que se produjesen los hechos, es decir, después de que el asesinado hubiese violado a su mujer lo que significa que no fue en defensa propia sino con premeditación, a sangre fría, por venganza a fin de cuentas.
Traver nos acerca a través de un lenguaje sencillo, lo que agiliza las más de cuatrocientas cincuenta páginas de la obra, al proceso judicial propio de un asesinato.
El papel del particular "abogado del diablo" es mitad poli, mitad licenciado en Derecho. El dilema al que se enfrentan unos y otros en la novela es complejo. Un gran debate entre lo moral y lo legal. ¿Sabrá defender Paul al teniente Frederick Manion? ¿Logrará librarlo de la pena de cárcel? ¿Cómo se convence a un jurado de que se es inocente de asesinato cuando hay pruebas suficientes que te inculpan?...
Estas y otras cuestiones serán las que nos surgan conforme vayamos pasando páginas. En resumen, una buena novela que aporta "aires nuevos" al género a pesar de que fue escrita a finales de los cincuenta. Una obra, desde luego, por la que no pasan los años.
Os dejo, devorador@s, con el tráiler en inglés de la adaptación. ¡Saludos grandes! :D
Agradecimientos Quaterni