Todo comienza aquí, abonando la tierra. Podemos tener la mejor variedad de tomates, pero si la tierra donde van a alimentarse no es la adecuada, estaremos expuestos a muchos problemas y acabando por tener un fruto de tomate deficiente.
Lo primero que debes hacer si quieres montarte tu huerto, es ver la calidad del terreno y si dispone del servicio de riego por goteo. Lo ideal es adquirir un trozo de parcela que no haya sido usado previamente por otra persona, porque si no ha aplicado una buena rotación de cultivos, la tierra estará muy baja de nutrientes.
Nosotros hemos probado abono orgánico, abono de caballo, abono químico natural y humus de lombriz. De todos estos, el que mejor resultado nos ha dado abonando la tierra ha sido el humus de lombriz.
¿Qué es el humus de lombriz?
Tal y como nos cuentan desde el productor Agrinatura:
Se trata de un abono natural obtenido a partir de materiales orgánicos por digestión con lombrices.
Es un potente fertilizante libre de elementos químicos sintetizados y con un alto contenido en micro y marco nutrientes. A su vez, contiene sustancias fitoreguladoras y bioestimulantes para las plantas.
Agrinatura
- Capacidad amortiguadora del pH del suelo (efecto tampón).
- Durante el trasplante previene enfermedades y evita el shock por heridas o cambios bruscos de temperatura y humedad.
- Aumenta la capacidad de retención del agua y disminuye la lixiviación de nutrientes por riegos.
- Aumenta la porosidad y permeabilidad del terreno.
- Facilita el manejo del suelo y reduce su erosión.
- Aumenta la resistencia a las heladas.
- Neutraliza posibles presencias de contaminantes.
- Contiene ácidos húmicos y fúlvicos, que aumentan la capacidad de intercambio catiónico, mejorando la disponibilidad de nutrientes asimilables por la planta.
- Contiene macronutrientes (N, P, K) y micronutrientes (Ca, Mg, Na, Mn, Fe, Cu, Zn).
- Mejora la capacidad de germinación de las semillas y el desarrollo de la plántula.
- Facilita la proliferación radicular, así como la formación de micorrizas.
- Contiene hormonas y bacterias benéficas que ejercen una acción antibiótica aumentando la resistencia de las plantas ante plagas, enfermedades y organismos patógenos.
¿Cómo preparo la tierra?
Una vez que tengamos claro que abono vamos a echar, lo primero que tenemos que hacer es limpiar el terreno de mala hierba. Lo puedes hacer a mano con lo más voluminoso, pero lo normal es utilizar una motoazada.
Con la motoazada ahorrarás tiempo y dejarás mucho más límpio el terreno.
Ya lo hagas manualmente o con motoazada, para ambos casos la tierra tiene que estar seca. Si ha llovido con abundancia o está empapada por un riego, no podrás moverla con soltura y será un desastre.
Una vez hayas limpiado bien el terreno, echas las bolsas que necesites de humus. Las esparces poco poco alrededor del terreno, y cuando acabes vuelves a pasar la motoazada para mezclarlo todo bien.
Cuando acabes de pasar todo el terreno por segunda vez, ya puedes empezar a hacer los lomos donde vas a sembrar tus verduras de temporada.