Muchas son las veces en las cuales nos sentimos verdaderamente solos y excluidos de todo, y en este momento estoy incluyendo también a labores que se hacen en la congregación a la cual asistimos y entre otras cosas que nos caracteriza como jóvenes al servicio de Dios, pero que simplemente no están siendo tomados en cuenta y que realmente se sienten mal y piensan como que si todos han olvidado que Dios también los llamo para llevar a cabo la misma labor y de esta manera todos también alcancemos el mismo objetivo, pero ciertamente muchos se equivocan al querer suponer lo que los demás piensan o sienten en su corazón o peor aun, quieren cambiar sin darse cuenta lo que Dios estableció para cada uno y de esta manera también aseguran que no hay pasión en el corazón al trabajar en lo que Dios nos ha otorgado y sencillamente no entienden que están haciendo lo posible por matar las ganas de obedecer, servir y honrar lo que Jesús ha puesto en cada corazón tanto juvenil como infantil, creo que esto va globalizado porque Dios nos ha hecho ver muchas veces que solamente Él es el que llama y capacita, pero la pasión a de permanecer porque lo que Jesús hace no se desvanece ni se borra, sino que perdura hasta la eternidad; en esos momentos creemos que todo acabo y que ya no tendremos parte en la labor que Dios nos ha dado y no es así, sencillamente no hay que rendirse sino mas bien enfocar mucho más el corazón a lo que el maestro nos regalo y no tirar la toalla nunca, mas bien obviemos de una vez por todas lo que pueda ocurrir teniendo en cuenta que la exclusión que pueda hacer el hombre a diario no vale de nada porque el dueño de la obra es el que nos ha llamado para que le trabajemos y nos apasionemos cada día por Él y su presencia, se que quizás no es fácil vivir de esta manera y mucho menos ver que todos se oponen para hacernos caer sin dejar que nos levantemos para así poder emprender un nuevo comienzo, pero en medio de todo esto hay algo sumamente importante lo cual nos ha mantenido sin que nos rindamos porque el saber que las promesas que nos ha hecho el maestro se cumplen diariamente en nuestro caminar, viendo que su presencia no se ha alejado sino que nos ha hecho conocer que nada nos ha de separar de su amor, el esta atento de lo que ocurre a diario en nuestro vivir y conoce las ganas que tenemos de avanzar, solo hay que dejar que no se debiliten nunca sino mas bien reactivarlas con la fortaleza que el Espíritu Santo hace descender hacia cada uno ya que eso nos hará comprender que Dios no se olvida de sus hijos y está atento de lo que ocurre a cada momento.
Es satisfactorio sentir el amor de nuestro Dios, su presencia y participar de Él en la intimidad ya que es el único que nos comprende, y en momentos de confusiones nos hace sabios para ver cual es la mejor decisión que se debe tomar, porque ciertamente cuando nos sentimos solos queremos buscar un lugar donde sirvamos de algo, ya que en el lugar donde estamos no valoraran lo que podemos hacer y ni siquiera pueden reconocer que el maestro nos esta respaldando y que sencillamente el que esta trabajando es Jesús, nada mas y nada menos el que nos llamo para que trabajásemos en conjunto y cantemos a una sola voz y andemos bajo una misma voluntad la cual no es la de nosotros, sino mas bien una que va mucho mas allá de lo que nuestra mente y corazón puedan imaginar, ya que es la de nuestro Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo) el sobrenatural.
De niño siempre temí a ser excluido e incluso hasta en la escuela cuando se elegían los grupos de exposición o cuando teníamos educación física y se armaban equipos para el futbol, este era uno de mis temores que realmente me hacia sentir como que si a nadie le importaba ver que yo también quería participar y que estaba allí esperando escuchar mi nombre para formar equipo con alguien más y nuevamente no fui elegido; o también cuando de niño quería ser tomado en cuenta en la misma congregación en cuanto a algún cargo o actividad de la cual yo fuera parte y realmente tampoco fui tomado en cuenta, a tal punto que pensé que realmente no le interesaba a nadie pero en ese momento era donde Dios mas bien estaba mostrando que sí había alguien a quien yo realmente le importaba mucho y que además no era solo desde ese momento sino que eso era de mucho antes de que yo naciera y que no solamente le interesaba, sino que también me amaba con un amor inigualable tanto así que había muerto por mi en una cruz y aunque yo había tenido la oportunidad de nacer en un hogar donde se sirve a Dios y había escuchado hablar de Él pero que simple y llanamente no le conocía, tanto así que ni siquiera sabia que había hecho todo esto por mí, en ese momento mi corazón realmente se sintió valorado y tomado en cuenta no por el hombre sino por alguien mil veces mas importante que un mortal, ciertamente Dios sorprende cuando uno menos se lo piensa a tal punto de llegar a cautivar tu corazón y comienzas a sentirte que estas siendo incluido en algo mejor e ilimitado, en un equipo que nunca ve derrota sino que mas bien se dedica a obtener grandes resultados y en el cual todos salen ganadores ya que tienen un mismo objetivo, Dios realmente ha elegido a siervos que estén dispuestos a avanzar aunque el mundo se oponga o muchos se levanten, porque el maestro nos ha dotado de ministerios que son irrevocables y si muchos pretenden que no llevemos a cabo lo que Dios ha puesto en nuestras manos sencillamente han de caer hasta humillarse, porque Jesús conoce los corazones y el no se equivoca ya que claramente Él escogió del mundo a lo vil y despreciado para avergonzar a los sabios, a aquellos que piensan que se saben todas mas una, pero en cuanto a nosotros alegrémonos y tengamos paz ya que el maestro nos ha incluido en su propósito y Él ha de pelear por nosotros en tanto que se levanten porque así lo ha prometido; como niños, jóvenes o ancianos confiemos más y más en Dios nuestro Señor porque como dijo alguien (aunque estés en soledad no te rindas porque allí es donde Dios se glorifica) simplemente Jesús no nos ha llamado por equivocación, porque el control esta en sus manos
y nos ha puesto donde realmente llevaremos a cabo lo que el quiere que hagamos, porque somos miembros de un solo cuerpo, pero con funciones diferentes, para que al final del camino todos veamos el rostro del Dios Omnipotente.