¡Abracadabra!

Por Hatter @LaSombrereria

Historias para leer con Sombrero

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Hoy queremos rendir un pequeño homenaje a las personas mayores, de las que tanto hemos aprendido y a las que en muchas ocasiones olvidamos. Yo no he tenido la suerte de disfrutar de ellos, y por tanto desconozco esa experiencia, pero si quiero que mis hijos disfruten lo más posible de su compañía.
En este momento tan delicado, y cuando más están sufriendo, es la mejor ocasión para estar cerca de ellos, llamarlos, hablar, escuchar y acompañarlos, aunque esto sea en la distancia.
El relato que les compartimos es un homenaje a todos nuestros mayores.

Abracadabra

Aun recuerdo la risa de mi abuelo mientras se agachaba para permitir que mis dedos de niño alcanzaran el suave fieltro de la chistera. Yo le miraba embelesado porque era diferente al resto de las personas que conocía: siempre con su sombrero de copa negro como pluma de cuervo y rodeado de conejos. Los viernes él me recogía a la salida del colegio y cuando yo llegaba del patio, ya había decenas de niños rodeándole y gritando excitados: “¡Es un mago!”. Él los miraba divertido, saludaba con una ligera elevación de su chistera y les mostraba la cabecita de un gazapo que llevaba escondido en el bolsillo de la chaqueta. Yo apretaba orgulloso su mano y juntos volvíamos a casa. Mi abuelo habría sido un prestidigitador maravilloso si hubiera querido, pero la magia nunca le interesó. Él simplemente era el criador de conejos más elegante del mundo.

Alberto Menéndez García (Ganador de la segunda edición del Concurso de Microrrelatos “Cuentos y Sombreros” organizado por Sombrerería Albiñana)

Hoy es un buen día para llamar a nuestros abuelos.

Visto en: Sombrerería Albiñana