¡Abracadabra!, Volvemos a empezar.

Publicado el 08 octubre 2019 por Salva Colecha @salcofa

Seguro que alguna vez has ido a un espectáculo de magia. En el siempre suceden cosas inexplicables. Yo por lo menos jamás en mi vida he conseguido entender cómo se hace el truco este de coger a un voluntario, meterlo en una caja, gritar muy fuerte aquello de “Abracadabra”, rebanarlo a cachitos y volverlo a montar sin que se note, sin que pase nada y sin que el voluntario acabe siendo cliente de las pompas fúnebres del barrio. Lo dicho, inexplicable. Pero de una cosa si me he dado cuenta, cuando va a ocurrir algo, el mago en cuestión siempre hace que suceda alguna cosa que nos distrae la atención, una luz que cambia, alguien que entra o sale de escena, una cortina que vuela, unas elecciones que se convocan, unos huesos que se sacan… El caso es que acabamos engañados, el conejo sale de la chistera y el mago recibe nuestros aplausos, se cierra el telón y nosotros nos vamos a casa con la intriga no resuelta de que ha ocurrido allí.

Deberíamos estar atentos porque en ese punto debemos andar en estos momentos cuando vemos que continuamos sin resolver  la exclusión social, el hambre y la imposibilidad de llevar adelante una vida digna pero se nos está distrayendo con lo de sacar los huesos de Franco hasta con un helicóptero,  (como en los buenos circos ¡”más difícil todavía!)Deberíamos abrir los ojos cuando nos dicen que es verdad, que los salarios están muy bajos pero que no se va a derogar la reforma del PP no vaya a ser que la banca deje de ganar algún milloncejo. O quizá empezar a sospechar que hay gato encerrado cuando admiten que no se puede ya ni vivir de alquiler pero continúan regalando nuestras viviendas sociales a los fondos buitres, si, esas que pagamos con nuestros impuestos para poder facilitar a las familias necesitadas el acceso a una vivienda digna. Todo esto mezclado y agitado con la salsa de Cataluña, que todo lo invade de nuevo, es el monotema que siempre resucita si hace falta y lo agitan como si en última instancia eso es lo que solucionase todos nuestros problemas cotidianos, los del día a día, los del comer y vivir, los que nos importan ahora que nos cuentan como se acerca una nueva glaciación a nuestras carteras.   .

Nos hemos plantado, sin comerlo ni beberlo, otra vez en elecciones. Época en la que todo vale, salen los magos con sus chisteras de charol a hacer ver que ellos son los buenos y no los otros aunque ninguno de ellos tenga nada mejor que un truco de ilusionismo sacado de la caja de “mágia Borrás”. Es la época en la que como decía Paco, se toma al pie de la letra un refrán muy grosero que por decoro no voy a reproducir (es nosequé de prometer y después olvidar lo prometido) y es cuando nos preparan para que nos quedemos distraídos, cuando esconden la paloma en la caja e   intentan deslumbrarnos con cosas que ni siquiera ha insinuado en todo este tiempo para que votemos a unas personas que ni siquiera son capaces de dialogar porque están demasiado interesados en sacar brillo a sus egos sin que se preocupen por nada más porque, total, si no sale lo que les gusta nos dicen que no hemos votado bien y ¡Abracadabra! ¡Nuevas elecciones y aquí no ha pasado nada!.

Ya andan todos con sus letanías vacías pero muy convincentes. Se nos presentan como si fuesen a comerse el mundo como si no supiésemos que al final ocurrirá cualquier distracción con la que irá todo al traste. Como si no temiésemos  que si el Brexit llega a ocurrir nos meteremos en terreno desconocido, como los exploradores que se adentraban en el Amazonas (cuando existía) en busca de las riquezas de El Dorado y no sabían que habría detrás del próximo árbol. Lo saben pero no les importa mentirnos una vez más a cambio de un puñado de votos y parabienes. No les importa porque si llega a ocurrir, o si al final Trump nos zurra con los aranceles prometidos, habrá funcionado la magia, nos dirán que no pueden llevar a cabo sus promesas por los “inesperados” vaivenes que hemos sufrido. Como si no los pudiésemos prever, como si fuésemos tontos, pero ¿sabes una cosa? Caerá el telón y aplaudiremos al mago mientras nos vamos a casa (si todavía nos queda algo), cabizbajos sin entender que ha ocurrido. ¿No quedará ningún mago honesto que nos alucine con un poco de magia auténtica?