Un gesto lleno de energía
Una sensación placentera que recorre tu cuerpo al compás de un suspiro largo, pausado que calma los nervios y contribuye a silenciar los ruidos que te envuelven. Todo es intimidad y energía, contacto y cariño transmitido a través de un gesto sencillo y, a la vez, potente: El abrazo.Ignoro muchas cosas pero sé con certeza, por la cara de satisfacción y tranquilidad que pone mi hijo, que un abrazo sincero es bálsamo curativo, tranquilidad y sosiego, amor incondicional y seguridad. ¿Habéis probado alguna vez a ver la cara de vuestros hijos cuando os fundis en un abrazo? Comprobarlo y ya me diréis.
Los abrazos son perlas de las relaciones humanas, un signo de coraje y cordialidad que nos define, que nos marca y, muchas veces, nos pone los pelos como escarpias. Hay personas que sienten transmitir la energía que fluye en nosotros a través de los abrazos. ¿Tú que dices?. Si son ciertos y dados con amor o como muestra de amistad, algo tienen que calmar o darte otro ánimo. Incluso ponen una sonrisa relajada en nuestro rostro.
Abrazos calentintos
Olav, el muñeco de nieve de la película Frozen, es amante de los abrazos calentintos. Mis hijos también y yo creo que si nos paramos a pensarlo, todos somos amantes de esos abrazos y, por eso, necesitamos que nos los den, cobijados y protegidos por alguien que nos aprecia y nos quiere. Un gesto enorme que une dos almas.Los abrazos son los momentos de la vida que, muchas veces, olvidamos o pasamos por alto. Son detalles de una carga emocional enorme dónde un gesto vale más que mil palabras, que reconforta y restaura el orden. Cura heridas y muestra los sentidos. Son esos diamantes del camino que debemos aprovechar al máximo para comprobar como se nos eriza el bello de la piel.Aprovecha cada instante y abraza a tus seres queridos, a tu mujer, a tus hijos. Estrechalos entre tus brazos, con lazos de amor infinito y entrega máxima. Manten el abrazo unos instantes, respira y siente cómo te encuentras, el latido de los corazones y el ambiente mágico que se crea. ¡Es una sensación maravillosa!. Abuelas, abuelos, hermanos y padres. Tampoco te cortes al dar un abrazo a un amigo que hace tiempo que nos ves, muéstrale tu afecto. Ten por seguro que no es nada malo, sólo es un gran gesto de amistad. Porque los abrazos transmiten energía y afecto, amistad y añoranza, amor y confianza. Y donde hay un abrazo, sobran las palabras. Por eso soy amante de los abrazos calentitos.