Mi hijo, a una semana del comienzo del nuevo curso, ha caído en las fauces de las viriasis varias y lleva desde ayer con fiebre.
Como el no es de mucho comer de por si, cunado se pone malo prescinde directamente de cualquier alimento y hoy a la hora de la comida llevaba el estomago con un poco de jamón york que cenó ayer, así que como tocaba ya toma de medicamentos, le he pedido que comiera un poquito, solo lo que el cuerpo le dejara, pero que al menos tuviera algo de comida en el cuando tomase la medicina.
Tras un esfuerzo titánico por probar bocado, se ha levando y ha venido a darme un abrazo varias veces y a la cuarta no se me despegaba y le he dicho:
-"anda hijo, come un poco que ya te voy a dar la medicina"
Y el ha respondido:
-"pero mamá, es que cuando te abrazo mi cuerpo se siente mejor por eso necesito un abrazo muuuuuyy largo y fuerte"
Sin palabras....
Y lo mejor de todo es que es verdad, los abrazos curan o al menos ayudan mucho a curar.
Así que además de abrazar a nuestros hijos por el mero placer de hacerlo,como siempre, a partir de ahora cuando se pongan malitos habrá que abrazarlos el doble o el triple por prescripción facultativa, de por si yo siempre lo hago, me sale solo, me da tranquilidad y parece que si están en mis brazos controlo mejor lo que les pasa, pero a partir de ahora lo haré con mayor conocimiento de causa...
Myriam Cabanillas