El número de participantes en la marcha fue evaluado en 10.000 por periodistas al empezar la manifestación y llegó a 60.000, según los organizadores, cuando terminó con un mitin en una gran plaza de Dakar.
Entre los participantes se encontraba el presidente boliviano, Evo Morales, y la dirigente del Partido Socialista francés Martine Aubry. "Cesemos de mirar el Magreb y África con compasión. Lo que ha pasado en Túnez demuestra que el pueblo puede volver a ser dueño de su destino sean cuales fueren sus medios. Es quizás eso lo que Europa ha olvidado", declaró Aubry.
Varias otras personalidades son esperadas en Dakar, entre ellas el presidente venezolano, Hugo Chávez, y el ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.
El FSM, que se realiza cada año después del Foro Económico Mundial de Davos, se presenta como el contrapeso de esa reunión.
En medio de la multitud de participantes en la marcha de Dakar se encontraban representantes de los países árabes que son actualmente escenario de sublevaciones populares, entre ellos Egipto. "Yo estoy entre los que reclaman la partida de Hosni Mubarak (el presidente egipcio) para que la sangre derramada en las manifestaciones pacíficas de los últimos días no haya sido vertida en vano", declaró Asma Han El Batraui, traductora egipcia de 68 años de edad.
Comentando los acontecimientos de Egipto y Túnez, donde las manifestaciones populares obligaron al presidente Zine El Abidine Ben Alí a huir del país el 14 de enero, Mohamed Kabas, sindicalista marroquí de 65 años de edad, estimó que "la presión de la calle es lo que da resultados". "Jóvenes magrebíes, vayan adelante para que la democracia se instaure", agregó Kabas, militante de la Unión General de Trabajadores Marroquíes (UGTM).
Los senegaleses que organizan el Foro recordaron que también ellos están confrontados a graves dificultades sociales y económicas. Una de las manifestantes enarbolaba una pancarta en la que podía leerse "¿En las tinieblas hasta cuándo?", en alusión a los innumerables cortes de luz que exasperan cada vez más a los senegaleses.
Ésta es la segunda vez desde su creación, en 2001 en Porto Alegre (Brasil), que el Foro se realiza en África, después del de Nairobi en 2007. "África ilustra uno de los mayores fracasos de tres decenios de políticas neoliberales", indica el informe de prensa del FSM. "Los movimientos sociales y los ciudadanos del mundo se unen a los pueblos africanos que rehúsan pagar el costo de las crisis en las que no tienen ninguna responsabilidad", agrega el texto.
En Senegal, país dirigido desde hace once años por Abdulaye Wade, ferviente partidario del liberalismo, se realizan regularmente desde hace meses manifestaciones de jóvenes, a veces violentas. Desesperados, confrontados al desempleo y carentes de porvenir, los jóvenes senegaleses aprovechan los cortes de luz recurrentes para manifestar su ira, cuando falta un año para la elección presidencial, a la que Wade, de 83 años de edad, cuenta presentarse para obtener un tercer mandato.