Abu es como se llama ahora mi madre. Ella tenía su nombre, pero para mi hermana y para mi pasó a ser mamá y ahora es para todos Abu.Abu es mucho más que una abuela. Una abuela está más o menos presente, echa una mano cuando se la necesita, quiere a sus nietos, les mima y consiente de vez en cuando, les lee cuentos, les da la paga cuando son mayorcitos y les regaña cuando es necesario. Pero Abu es mucho más. Es como una madre para mis hijos; es alguien que se entrega, que les cuida, les educa, les consuela, les da cariño, se preocupa de que coman y duerman bien, de que jueguen, de que no se hagan daño, de que no sufran, de que disfruten… Pero además escucha, observa, está alerta, lee entre líneas. Lo mismo les cose un descosido, que les duerme con paciencia , juega al fútbol, le enseña a Chiquinini a correr, se tira en la alfombra a jugar con ellos, les ayuda a leer la cartilla, le cambia infinitos pises a la niña… que se da cuenta de lo que les preocupa, molesta o incomoda.La labor que hace mi madre mientras yo puedo trabajar fuera de casa es tan inmensa que no se puede explicar ni agradecer en la medida que se merece. Es la superabuela. Es mi madre. Es Abu